Fin de año en Salobreña (Granada). Día 2. Parte 2: Cena de fin de año en el hotel Salobreña Suites (Granada).

31 de diciembre de 2024

El día 30 de diciembre iniciamos un viaje de tres días, organizado por Juan Alcaraz. El centro de nuestras actividades estaba en el hotel Salobreña Suites. Desde allí vimos muchas cosas muy interesantes. Iré contándolas poco a poco. En esta entrada hablaré de la cena de fin de año 2024 y llegada de 2025.

Fue una cena típica de la despedida del viejo año 2024 y comienzo del nuevo 2025.

Poco antes de ir a la cena estuve pensando que estábamos celebrando unas fiestas que tienen, como mínimo, cuatro mil años. Las primeras noticias que tenemos son de Mesopotamia, aunque nada nos dice que no se celebrasen antes. Aunque había una diferencia muy clara. Nosotros celebramos el solsticio de invierno. El sol ha llegado a su punto más bajo y a partir de ahí empieza a subir. Podemos decir que el sol ha renacido. Sin embargo, en Mesopotamia se celebraba el equinoccio. Entre lo que hoy es marzo y abril.

Siempre me sorprende que, realmente, el que celebremos el nuevo año, en nuestra cultura, heredera de los romanos, sea debido a una idea de Julio César. Los calendarios existentes en Roma y Grecia antes de Julio César eran terriblemente malos y confusos. Fue su amistad con Cleopatra la que le hizo usar, en el Imperio romano, el calendario que lleva su nombre: juliano, que era mucho mejor que todos los anteriores, y que se empezó a utilizar el año 46 aC.

Pero para César había un problema. En su época las campañas guerreras comenzaban el día de año nuevo (recordemos que ese día era en el mes de marzo). Es decir, comenzaban las guerras con buen tiempo, pues en invierno era muy difícil movilizar un ejército, por diversos motivos, desde los fríos que obligan a los soldados a llevar muchísima carga, hasta la falta de alimentos. Pero César se encontró con otro problema. Salía de guerra con soldados sin adiestrar. Él sabía que se necesitaban tres meses par formar a sus soldados. Así que se le ocurrió la idea de que el año comenzara tres meses antes: en vez del 1 de marzo, el 1 de enero. Y de ahí procede nuestra celebración del fin de año, el 31 de diciembre.

Obviamente, hay muchas más connotaciones. No solo fue el capricho de César. En Roma, desde el siglo III aC, había un culto religioso a una divinidad solar. Fue en el año 274 aC, bajo el emperador Aureliano, cuando el culto al sol se convirtió en la religión oficial del imperio. Los romanos habían observado que la mayor altura del sol alcanzaba sus mínimos hacia el 24 de diciembre (obviamente ellos no lo llamaban 24 de diciembre). Digamos que ellos sabían que el sol alcanzaba su mínima altura en el «solsticio de invierno», que para nosotros es aproximadamente el 21 de diciembre, pero para los romanos era el 24. El día siguiente, el 25, el sol empezaba a elevarse: renacía. El sol que parecía que había sido derrotado e iba a morir, con días cada vez más cortos, poco a poco renacía. Los días se iban alargando. El día 25 nacía de nuevo el sol. El que parecía haber sido derrotado renacía «Dies Natalis Solis Invicti». El sol volvía a nacer, no había sido derrotado, el sol siempre renacía no había sido vencido.

Recuerdo con emoción los evangelios apçocrifos en los se dice que cuando Jesús está punto de apagarse (solsticio de invirno) María Magdalena le da la mano y le ayuda sobrevivir, a renacer, a levantarse nuevo.

Así que quizá, en la idea de Julio César de celebrar el principio de año, el 1 de enero, no solo tenía connotaciones guerreras, que sin duda las tenían, también pudo influir la religión solar y la festividad del Sol Invictus.

El caso es que aquí estamos nosotros, herederos del Imperio romano, celebrando el fin de año el 31 de diciembre de una reforma al año establecido por Julio César y el nuevo año el día siguiente, 1 de enero.

1 de enero. Enero deriva del nombre Jano, el dios con dos caras. Una de ellas mira al pasado, en nuestro caso el año 2024 y la otra mira al nuevo año: 2025.

El dios bifronte Jano (Enero) una cara mira al pasadp (2024) y la otra al futuro 2025. By Marie-Lan Nguyen (2009), CC BY 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=8962565

Creo que me he enrollado como la pata de un romano.

Pata de romano enrollada. CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=191294

Vayamos a lo sencillo, a nuestra cena.

Tuvimos que comprar la entrada.

Entrada a la cena y el cotillón.

La palabra cotillón me trae recuerdos extraños. Mi abuela decía que el tío Pepe era un cotilla. Así que la palabra cotillón me hace pensar en un tío muy grande que siempre está curioseando sobre la vida de los demás: un gran cotilla (o dicho de otro modo, los programas «del corazón» de Tele5) ¡Qué asco me dan!

El Centro de Convenciones, en el que se celebra la cena, está un poco alejado de las habitaciones del hotel. El camino está adornado con palmeras iluminadas.

Paseo con palmeras ilumindas que nos lleva al Centro de Convenciones donde se celebrará la cena.

Tras pedirnos la entrada, nos llevan a la recepción donde nos ofrecen unas copas de vino espumoso rosado de la marca Ordal.

Vino espumoso (lo que vulgarmente llamamos champán) rosado.

Ese mismo vino y de esa misma marca fue lo que nos ofrecieron en la fiesta de San Valentín de 2024 en este mismo hotel. El problema: en San Valentín hubo tantas copas como quisiéramos. ¿Si les digo que tome unas diez se lo creerían? En este caso logré tomar dos. ¡Atención! No digo que alguien con más ganas de pelea que yo, no pudiera haber cogido muchas más copas. Es que yo no tenía ganas de pelear por una puñetera copa de un vino espumoso mediocre. Tras pagar 130 € por una cena, esperaba más calidad.

Por fin, logramos enterarnos de dónde estaba el comedor y subimos (sí, había que subir) en ascensor hasta ese piso.

Al llegar a nuestra mesa, teníamos, perfectamente impreso, en un folleto, que estimo bastante caro de imprimir, el menú de aquella noche.

Carta de la cena.

La carta no estaba nada mal, pero hasta que nos sirvieron el primer plato pasó una eternidad. El ruido (eso que algunos llamaban música) era infernal. No se podía hablar. Era horroroso. Demasiado alto.

Entre plato y plato pasaban siglos. El personal era amable y se desvivían, pero era escaso. Puedo entender una escasez de personal en muchos sitios, pero en una cena de 130 € me cuesta entenderlo. Y sobre todo me cuesta mucho más entenderlo cuando en San Valentín todo fue mucho mejor, más fluido, más amabilidad…

En fin, que cada momento que pasaba me iba enfadando… Aquella vulgaridad no merecía pagar 130 €.

Y sobre todo estaba la comparación. De la noche de San Valentín, en aquel mismo sitio, quedé muy satisfecho. En esta ocasión, casi todo me pareció exagerado. Una música terriblemente alta que no permitía hablar, entre plato y plato no solo habíamos hecho la digestión, sino que ya estábamos cansados y hartos.

Insisto, el personal se desvivía, pero era insuficiente. Faltaban camareros.

Cuando nos sentamos, tras la odisea de saber dónde demonios estaba el comedor, la mesa estaba bien puesta.

La mesa, tal como staba puesta.

Me alejo un poco, para que ustedes vean la mesa completa.

Nustra mesa, antes de sentarnos.

Todo en el salón estaba decorado con motivos navideños. Estaba muy bien.

Decoración comedor.

Los camareros empezaron a distribuir la cena.

Mil hojas de mango.

¿Qué quieren que les diga? Unos canapés, de tamaño de pitufo. Aunque el sabor era excelente. Hay que felicitar al cocinero jefe.

Lo siguiente que nos trajeron, tras una espera «de siglos» fue crema de setas trufada.

Crema de setas trufada.

Tengo que reconocer que estaba buena (el cocinero sabía lo que hacía), pero el enorme tiempo entre plato y plato y el ruido infernal del «disc jockey» lo hicieron bastante desagradable.

Bacalao.

El siguiente plato fue bacalao. Estaba bueno, pero por el tiempo transcurrido entre plato y plato, se me habían quitado las ganas. Entiendo que es un problema mío. Creo que mucha gente puede quedarse satisfecha de este plato. Pero para mí ya era tarde. Ya estaba harto de aguantar un ruido tremendamente alto.

Después, un poco sorpresivamente, nos sirvieron un sorbete de naranja.

Sorbete de naranja.

Posteriormente, vino un solomillo de cerdo ibérico. Estaba bueno. Bien hecho.

Solimillo ibérico.

El solomillo era excelente. Sin duda, el cocinero (que no sé quién era) hizo una labor muy buena.

Pero el tiempo transcurrido entre plato y plato fue tan enorme que lo que yo quería era irme a la cama. Estaba harto de esperas y de ruido insoportable que llamaban Disc Jokey.

La carne (muy bien preparada por el Chef) estaba acomunada por chalotas.

Chalota.

Al final llegó el postre que en la carta habían llamado «homenaje al chocolate».

Homenaje al chocolate.

Y así terminaba la cena.

No me gusta ser negativo, pero en este caso la sinceridad no me deja otra opción. En la fiesta de San Valentín de 2024 todo fue muy bien. Me gustó. Me gustó la comida. Me gustó el ritmo de los acontecimientos. Pero en esta ocasión (fin de año) no me ha gustado. Aun así creo que es necesario y obligatorio separar temas:

  1. Cocina. Excelente. Los cocineros hicieron una cena magnífica.
  2. Camareros. Hicieron lo que pudieron. Se desvivieron. No tengo ninguna queja. Todo lo contrario se mostraron muy amables. PERO eran pocos, no daban abasto. Sudaban. Corrían… algo no iba bien, pero no eran ellos.
  3. La música excesivamente alta. Se supone que durante una cena o una comida lo interesante es una conversación entre todos los de las mesas. El ruido era tan infernal que no se podía hablar.
  4. Decepción. En San Valentín me gustó. Ahora me sentí despreciado. Tener que pedigüeñear una bebida no está en mis estándares. Si hubiera pagado cincuenta euros lo entendería, pero pagué 130 € por persona, éramos dos, así que haga usted la suma.

Me siento decepcionado. Lo que recibí no estaba a la altura.

No me gusta criticar a nadie. Mi filosofía siempre ha sido: si me gusta hablo de ello, pro si no me gusta lo ignoro.

Este caso es terriblemente confuso, pues ni me ha gustado ni me ha disgustado tanto que decida no hablar de ello.

Mis sentimientos son confusos. Estoy seguro del buen hacer del hotel Salobreña Suites. Fui testigo de lo bien que hicieron la fiesta de San Valentín de 2024, pero el fin de año de 2024 ha dejado mucho desear. No todo es malo y no todo s bueno, pero quizá convenga recordar que la entrada me costó 130 € por persona.

Soy consciente de e Juan Alcáraz trató de conseguir lo mejor para nosotros. Pero, el hotel no respondió anuestras espèctativas (al menos a mis espectativas).

¿Malo? No. ¿Excelente? Tampoco.

Notas.

[1]


Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con

Licencia de Creative Commons

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En esta ocasión he contado con la colaboración de Vero.


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Fin de año en Salobreña (Granada). Día 2. Parte 1: Visita a Almuñécar (Granada).

31 de diciembre de 2024

El día 30 de diciembre iniciamos un viaje de tres días, organizado por Juan Alcaraz. El centro de nuestras actividades estaba en el hotel Salobreña Suites. Desde allí vimos muchas cosas muy interesantes. Iré contándolas poco a poco. En esta entrada hablaré de nuestra visita a Almuñécar.

Índice

Ruta desde hotel Salobreña Suites a Almuñécar

Estación de autobuses de Almuñécar

Homenaje a los hombres el campo

Museo arqueológico también conocido como Cueva de los siete palacios

Concurso de fachadas de Almuñécar

Castillo de San Miguel

Parque el Majuelo

Mesón «La Cabaña»

Peñones de San Cristóbal

Paseo marítimo


Ruta desde hotel Salobreña Suites a Almuñécar

Ruta desde el hotel Salobreña Suites hasta la estación de autobuses de Almuñécar. Basado eh Google Maps.

Desde nuestra habitación tuvimos una vista bastante bonita del amanecer:

Salida de sol desde Salobreña Suites.

En este mismo diario hay entradas sobre Almuñécar. En aquella ocasión visitamos cosas distintas que esta vez. Pueden acceder a lo que vimos aquella vez en el enlace siguiente:


Excursión del 13 al 15 de febrero para celebrar San Valentín. (7): Almuñécar (Granada) | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Estación de autobuses de Almuñécar

Llegamos a la estación de autobuses de Almuñécar, allí nos dieron tiempo libre y teníamos que volver a este lugar.

Estación de autobuses de Almuñécar.

Como no queríamos perder tiempo, cogimos un taxi para que nos llevara al museo arqueológico. Cuando llegamos estaba cerrado, pero es muy interesante verlo por fuera.

Homenaje a los hombres el campo

Por el camino vimos una estatua impresionante, de gran altura. Se trata del «Homenaje a los hombres del campo» [1]

Homenaje a los hombres del campo.

En una rotonda, frente a los restos romanos del acueducto y las termas, se yergue esta escultura de algo más de cuatro metros de alto, realizada en bronce fundido. Obra del escultor Miguel Moreno Romera.

En la placa, al pie de la escultura, podemos leer: «El pueblo de Almuñécar en reconocimiento a nuestros hombres del campo que con su trabajo y sacrificio supieron crear y conservar la tierra que nos acoge».

El taxi no puede llegar hasta el museo, por eso nos dejó cerca del mismo, donde había una señal que nos decía hacia dónde teníamos que ir.

Señal que nimndica ña dirección en la que está el Museo Arqeológico.

Por el camino vimos que muchas casas estaban adornadas con los típicos adornos navideños. Valga por ejemplo, en esta casa los tres Reyes Magos subiendo al balcón.

Los trs Reyes Magos subiendo al balcón.

Por el camino encontramos colgado de un árbol este bonito medallón con el Sol y la Luna.

Medallón del Sol y la Luna.

Si le interesa, se puede comprar en Shein [2].

Muy pronto vimos una señal que nos indicaba cómo ir a dos de los puntos que queríamos visitar: el museo y el castillo.

Señal que nos indica los caminos para el Museo y para el Castillo.

Museo arqueológico también conocido como Cueva de los siete palacios [3]

Son antiguas construcciones romanas, en las que se han hecho muchas bóvedas y muros de mampostería. A esas obras la población local las llama «cuevas». No son tales, son construcciones romanas. Dentro está el Museo Arqueológico de Almuñécar con pieza de gran valor. Por desgracia, cuando nosotros llegamos estaba cerrado.

Lo primero que vimos del Museo Arqueológico.

Dicho de paso, esa construcción me parece muy poco romana. Pero yo no soy quién para discutirlo.

Yendo por la calle que se ve a la derecha, unos pocos metros más adelante nos encontramos con la entrada.

La escalera de la izquierda es la entrada al Museo.
Escalera de entrada al Museo.

Si usted quiere saber algo más puede utilizar este código QR:

Código QR para poder acceder a los textos oficiales del Museo.

Una vez más, tengo que lamentar que estuviera cerrado. Lo que se ve desde fuera es muy sugerente.

Retrocedimos para volver a la señal que nos indicaba cómo ir al Castillo de San Miguel.

Concurso de fachadas de Almuñécar

Por el camino volvimos a pasar por una casa que estaba muy bien decorada.

Segundo premio del concurso de fachadas de 2002.
Placa conmemorativa del premio.

Por lo que llego a entender, el ayuntamiento de Almuñécar convoca premios a las mejores fachadas.

En este caso, el resultado es muy agradable.

Un poco más delante nos encontramos con una fachada que obtuvo el primer premio, otro año (2014).

Primer premio del concurso de fachadas de Almuñécar 2014.
Primr premio decoración de fahadas 2014.
Detalle de la fachada.

Castillo de San Miguel [4]

Senal que nos indica cómo llegar al castillo.

En la página oficial de «Visitalmunecar», podemos leer:

Situado en el Cerro de San Miguel y coronando la población de Almuñécar. Esta fortaleza árabe ocupa el espacio que ya aprovecharan fenicios y romanos, tal y como lo demuestran diferentes fuentes y estructuras de edificios romanos. Sin duda las estructuras del castillo son de época musulmana, pues llegó a ser residencia de descanso de la dinastía nazarí, S.XIII. A finales del reinado del rey Católico Fernando, S.XVI, se construye el foso, el puente levadizo y la imponente fachada de entrada con sus cuatro torreones circulares. Durante la Guerra de la Independencia contra los franceses sufrió el bombardeo de las tropas inglesas, quedando en estado ruinoso, y sería utilizado como cementerio cristiano hasta mediados del S.XX. Destaca un pabellón de estilo neoclásico, sin ninguna conexión aparente con la estructura del castillo, que pudo ser construido en el S.XVIII, y que se ha convertido en la sede del Museo de la Ciudad.

Una vez más llegamos a destiempo. Ahora no llegamos tarde, fue todo lo contrario, aún no estaba abierto, aunque ya había una considerable cola entrar en él.

Entrada al castillo. Todavía no estaba aboerto y había cola para entrar.
Muralla del castillo de San Miguel
Detalle de la torre.

Comenzamos a bajar. Unos pasos después y había una excelente vista del mar.

Vista desde el castillo. EL gran edificio del centro, con cierto aspecto de pirámide, si no me confundo es el hotel Ibersol Almuñécar.
La torre del castillo vista mientras descendíamos.
El castillo visto desde más abajo.
Euphorbias gigantes y el castillo arriba.
Palmeras y castillo.

Parque el Majuelo

La bajada desde el castillo nos llevaba al «Parque el Majuelo». Para llegar tenemos que pasar por un paseo con palmeras a ambos lados.

Palmeras al lado del Parque el Majuelo.
Entrada al Paqrue el Majuelo.

El Parque el Majuelo es un jardín botánico, además hay muchas esculturas muy interesantes.

Jardín botánico el Majuelo.

Hay muchas especies de árboles interesantes, una de ellas, por ejemplo, es esta Higuera del Cabo.

Higuera del Cabo en el jardín botánico el Majuelo.

Entre las treinta esculturas, elijo esta que está ala entrada. Estas esculturas son un regalo de treinta escultores sirios.

Escultuara de mármol de un escultort sirio.

Mesón «La Cabaña» [6]

Al lado del parque El Majuelo hay un mesón, y es uno de los pocos que están abiertos a las once de la mañana, por lo que es la segunda vez que paramos en él. En nuestra anterior visita a Almuñécar también fue el único que vimos abierto.

Mesón La Cabaña.
La terraza exterior.
Fachada del mesón La Cabaña.

Como puede verse a la izquierda de la puerta hay una pizarra con ofertas. Se ve vagamente algo de Gin Tonic. Me acerco para poder leer lo que dice:

Oferta de la semana Gin Tonic Tanqueray 5 €. Sangría (se ve una jarra) y cuatro tapas 15 €. No está puesta la que será la tapa del día.

Supongo que la tapa del día no está puesta porque acaban de abrir y es posible que todavía no hayan pensado en ello.

Me apunté a la oferta el Gin Tonic.

Gin Tonic, esta semana 5 €.

Decidimos ir hacia la playa, pues allí, yendo hacia nuestra izquierda, llegaríamos al autobús.

Peñones de San Cristóbal

Camino de la playa vimos, a lo lejos, los «Peñones de San Cristóbal».

AL fondo elos peñones de San Cristóbal. Vemos el más grande, el «Peñón del Santo» que tiene una altura aproximada de 30 m.

Son tres peñones. El más grande, el que hemos visto, se llama el Peñón del Santo» a la derecha de la foto se encuentran otros dos: el Peñón de Enmedio y el Peñón de Afuera. Con esos nombres no queda ninguna duda de cuál es cuál.

Los tres peñones, el de la izquierda es el que ya habíamos visto, el Peñón del Santo». El del medio, obviamente es el Peñón de Enmedio y el de la derecha es el Peñón de Afuera. Y el peñoncito, más la derecha, parece que no tiene nombre, o al menos nop lo conozco.

El conjunto de estos tres peñones ha sido declarado Monumento Natural por la Junta de Andalucía, debido a su importancia geográfica y paisajística. [5].

Si se fijan, en la foto anterior se ve un barquito. Nos acercamos para verlo mejor.

Barquito y peñones.

A la izquierda ven el tronco de una palmera. Es interesante que esa palmera y otras rodean un bonito barquito que se llamaba Yolanda.

Al lado de los Peñones de San Cristóbal, el barquito Yolanda.

Permítanme que el nombre Yolanda me traiga ciertos recuerdos:

Allí, en los Peñones, está la estatua de «Abd Al Raman I». Permítanme una licencia. A mí en la escuela me enseñaron «Abderramán». Ya sé que es más correcto la fórmula Abd Al Raman, pero prefiero lo que aprendí en la infancia y sé que muchas veces eso me lleva a errores. Pero, qué le vamos a hacer, somos humanos, animales de costumbres.

A lo que iba, en el peñón de San Cristóbal hay un monumento dedicado a Abderramán I.

Desde abajo, la imagen es imponente.

Imagen de Abderramán I. Perdón de «Abd Al Raman». En el Peñón de San Cristóbal.

A sus pies hay un cartel que nos informa de sus méritos.

El letrero dice: «Único superviviente de los Omeya, tras la matanza de su familia. Arribó a las costas de Almuñécar el 15 de agosto de 755. // Proclamó el Emirato de Córdoba, inependiente de Bagdad. Iniciando una dinastía en Al-Andaluz que alcanzaría momentos de gran esplendor. // El ayuntamiento de Almuñécar erigió esta estatua a su figura, obra del escultor granadino Miguel Moreno. // Almuñécar, octubre 2005. En el MCCL Anviversario de su llegada nuestras playas.

Y después continúa con su traducción inglesa.

A los pies de la estatua hay una fuente que lleva el nombre de Abderramán I.

Fuente de Abderramán I.

A la izquierda de la fuente pueden ver una placa. Me voy a cercar para poder leerla.

¡Oh, Palmera! // Tu eres como yo // Extranjera en occidente// Alejada de tu patria.// Aberramán I.

Aquí han puesto Abderramán y no el complicadísimo, al menos para mí: Abd Al Raman.

Continuamos hacia la estación de autobuses, y justo, al lado de los tres Peñones, pudimos ver al sol reflejándose en las olas.

El sol reflejándose en las aguas de la bahía Herradura.

Paseo marítimo

Continuamos nuestro paso hacia la estación de autobuses.

Tienda de telas. Todo a 2 €.

Creo que han querido decir «cada cosa», porque comprar toda la tienda (que lo que yo entiendo por todo) por 2 € supongo que es un error.

Dentro e la tienda había muchas cosas interesantes, una de ellas un búho con preciosos ojos.

Los ojos de búho me miran.

Llegamos a un monumento de aspecto imponente. Es el monumento al fenicio.

Monumento al fenicio.

Esta escultura está esculpida en bronce. Es del artista contemporáneo Miguel Moreno Romera, es un homenaje a la cultura fenicia y a su aportación a la historia de Almuñécar [7].


Tras ver este excelente monumento, continuamos hasta la estación de autobuses y allí acabó nuestra visita a esta bonita localidad.


Notas.

[1] Rincones de Granada. Entrada: Homenaje a los hombres del campo. https://rinconesdegranada.com/homenaje-los-hombres-del-campo

[2] es.shein.com. Wooden Sun And Moon. https://es.shein.com/1pc-Wooden-Sun-And-Moon-Wind-Chime-Durable-Plastic-Window-Plaque-Ideal-For-Indoor-Outdoor-Home-Decor-Garden-Display-And-Housewarming-Gifts-Round-Design-Wreath-Decoration-Holiday-Gift-Store-Display-Porch-Decor-Wall-Decor-Home-Decor-Room-Decor-8-8in-p-30790330.html

[3] visitaalmunecar.es. Ebtrada: Museo arqueológico Cueva de siete palacios. https://www.visitalmunecar.es/lugares/museo-arqueologico-cueva-de-siete-palacios/

[4] visitalmunecar. Castillo de San Miguel. https://www.visitalmunecar.es/lugares/castillo-de-san-miguel/

[5] Andalucía.org. Entrada: Peñones de San Cristóbal. Peñones de San Cristóbal

[6] gastroranking. Mesón la Cabaña. https://gastroranking.es/r/la-cabana-2_3214/

[7] Almuñecar. La Herradura. Turismo. Monumento al fenicio. Monumento el Fenicio – Visit Almunecar


Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con

Licencia de Creative Commons

De tapas y otras cosas por Fuengirola © 2024 by Félix Ares is licensed under CC BY-SA 4.0 . Debe indicarse que está creado a partir de una obra de felix.ares.fm

En esta ocasión he contado con la colaboración de Vero.


Contacto con nosotros; el motivo de que no sea una imagen clara es para evitar que los robots la descubran y nos inunden el buzón de basura.

tapas.ares.fm.2

O bien rellenar el siguiente formulario:

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