Sábado 24 de octubre de 2015
La Asociación de Pensionistas y Jubilados de Fuengirola, organizó una excursión para visitar la zona de «Las Batuecas», en la provincia de Salamanca. Hicimos el viaje felizmente y lo que aquí presentamos son unos apuntes tomados durante el mismo. No se trata nada más que de eso: de unos apuntes tomados vuelapluma. Podemos haber cometido errores, así que los datos que damos no deben tomarse como verdades contrastadas pues no lo son.
RETORNO, DE CIUDAD RODRIGO A MOGARRAZ
A las 12:47 montábamos en el autobús con destino a Mogarraz, donde comeríamos y después iríamos a San Martín del Castañar. En el camino de vuelta, con más luz que a la ida, confirmamos que el otoño se había consolidado tanto en en el campo charro como en Las Batuecas-Sierra de Francia.
Cuando llegamos, la comida que nos había preparado el hotel era contundente, propia del otoño y del invierno:
DE MOGARRAZ A SAN MARTÍN DEL CASTAÑAR
Tras la comida y un rato de reposo, salimos para San Martín del Castañar.
SAN MARTÍN DEL CASTAÑAR
Ya desde el autobús pudimos ver dos de los edificios más importantes de San Martín, la iglesia y el castillo.
Tal como ya hemos dicho anteriormente, el nombre del pueblo dedicado a San Martín, francés, nos indica que por estas tierras estuvieron los repobladores franceses.
A la entrada del pueblo unas niñas nos venden «Boletus edulis». Dicen las normas de escritura que los nombres científicos de las plantas y animales hay que ponerlos en cursiva, pero cada vez que lo hago, el producto que estoy usando para hacer el blog, de nombre WordPress, hace cosas muy raras, así que lo pongo entre comillas.
Vamos paseando por el pueblo hacia la iglesia parroquial.
El tiempo estaba muy mal y al llegar al pueblo empezó a chispear, pero un poco más adelante el chispeo se convirtió en lluvia.
Quizá aquí, a diferencia de Mogarraz, la pared exterior está revestida de piedra.
A muchos nos llamó la atención el letrero que pongo debajo. Pongo la foto de Ramón Ramón pues es mejor que la mía:
Como pueden ver, por muy pocos días no llegamos a la fiesta de la castaña. Fíjense en la fecha, 1 de noviembre. Se trata de una fiesta de la víspera de todos los santos, dicho en estadounidense: Halloween. Aunque hoy en día sea simplemente una fiesta en la que se reparten castañas, sus raíces son mucho más profundas. Primero, las castañas, antes de que llegaran de América el maíz y la patata era un alimento fundamental en la zona. En la cultura céltica se ofrecían castañas a los espíritus como rito propiciatorio. Pero de ello hablaré en un apéndice, un poco más abajo.
Unos metros más y llegamos a la plaza mayor, donde está el ayuntamiento y este pilón:
A la izquierda de la fotografía, hay una casa con esta cara:
Los indianos, es decir, los españoles que volvían de América, a veces con cierta fortuna, ponían este tipo de caras en sus casas para indicar su condición.
Esta iglesia parroquial, declarada monumento Histórico-Artístico, tiene sus orígenes en el el siglo XIII pero ha sufrido numerosas transformaciones.
Allí, en el atrio de la iglesia, se conserva una estela funeraria que demuestra que estas tierras fueron ocupadas por los romanos, aunque sus huellas son muy escasas. Parece ser que la propia iglesia está construida sobre vestigios románicos.
Esta estela fue erigida por el centurión romano Reburro, del siglo I, cuando su madre, Bolosea, murió. Aunque hoy está en el atrio de la iglesia parroquial, fue encontrada en las ruinas de San Benito. Más información aquí.
Curiosamente el Cristo del miserere es más antiguo que el resto del altar mayor. El altar mayor es del siglo XVII mientras que el cristo es de principios del siglo XVI y llegó a la iglesia parroquial procedente del del convento de Nuestra Señora de Gracia. No me resisto a poner este enlace a la composición «Misere mei,deus» de Allegri».
Si el Cristo del retablo es de una factura impecable, ¿qué me dicen de esta imagen de un lateral? Una imagen inocente, pero la sangre en el cuerpo es impactante, ¿o no?
Dejamos la iglesia y nos dirigimos al castillo.
Por el camino me encuentro con estos musgos en una piedra y no puedo resistirme a fotografiarlo.
La plaza de toros es antigua. Antes, los burladeros eran de granito, pero en 1985, se sustituyeron por los actuales de madera y se aumentaron las gradas para que pudiera haber más espectadores.
Nos dirigimos al castillo y nos encontramos con este letrero.
Es interesante que la Unesco lo haya declarado parque natural de la biosfera, pero lo de «natural», que es una palabra de la que se abusa, es discutible. Un ejemplo, gran parte de los árboles son castaños, que fueron traídos por los romanos, para alimentar a sus esclavos de las minas de oro. Es decir, los castaños no son naturales de esta zona, fueron sido plantados y cultivados por los romanos, por lo tanto, son artificiales, no naturales.
A la entrada, otro letrero nos informa de que se trata de un «castillo de la biosfera».
El castillo data del siglo XV y desde 1968 una zona se usa como cementerio.
Desde el castillo se ve la sierra de Béjar:
Y la Peña de Francia:
Dentro el castillo también encontramos robles y madroños.
Tras haber visto. estos y otras muchas plantas, salimos, pasando al lado de los restos de la torre del homenaje.
Nos encaminamos hacia el autobús:
Nos encontramos con olivos.
También vemos otras caritas de indiano.
Montamos en el autobús y llegamos de nuevo al hotel. Para acabar el día, tan solo nos quedaba cenar.
APÉNDICE, SOBRE HALLOWEEN
A pesar de las apariencias en contra, Halloween no es una fiesta estadounidense. Se trata de una fiesta de origen celta, que se ha celebrado durante siglos en el noroeste de España. Halloween es una contracción de «All Hallows’ Even», es decir Víspera (even) de Todos (all) Hallows (santos). En España se llamaba y se llama en algunos sitios Samaín (a veces escrito Samhain). El magosto, o fiesta de la castaña, se celebra el mismo día y con los mismos motivos y hay una relación muy estrecha entre ambos. No quiero dar la paliza así que simplemente reproduzco este párrafo de Wikipedia, que a mí me recuerda mucho lo que yo hacía cuando niño y vivía en la construcción de un pantano, en la que la mayoría de los trabajadores eran gallegos:
«
En la villa de Ribadavia se celebra cada 31 de octubre la fiesta «a noite meiga» (la noche embrujada) en la que la ciudad «se llena» de fantasmas, brujas, vampiros… El castillo es lugar de un gran pasaje del terror, entre otras actividades.
En Coruña los rapaces (chicos) se escondían en los caminos con calabazas, previamente vaciadas y con velas dentro, para asustar a la gente que pasaba por las corredoiras (caminos). Las chicas llevaban collares hechos de castañas para ahuyentar a los malos espíritus…»
Que nos haya llegado vía Hollywood, no significa que no sea una celebración típicamente española.
* * *
Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
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