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Fiesta del vino en Alhama de Granada (Granada)

1 de febrero de 2025

El día 1 de febrero nos fuimos a la «Fiesta del vino» en Alhama de Granada. No solo estuvimos en la fiesta, también visitamos alguna zona interesante de la ciudad. Pero, lamentablemente, dejamos de ver la mayoría de las cosas interesantes que hay en ese pueblo. Esa es la mejor motivación para volver.

Índice

a) La explicación del nombre de Alhama de Granada

b) Salida de Fuengirola y desayuno en el camino

c) Llegada a Alhama de Granada

d) Un paseo por las orillas del río Alhama

e) La fiesta del vino


a) La explicación del nombre de Alhama de Granada

Les ruego que disculpen mi ignorancia. He vivido en el norte de España y, por eso, conocía «Alhama de Aragón», pero descubrir que había un «Alhama de Granada» me resultaba extraño. Y me picó la curiosidad.

Hice varias búsquedas tanto en Copilot de Microsoft como en Gemini de Google. Mi pregunta fue: ¿Conoces algunos pueblos en España que tenga Alhama en su nombre? Y la respuesta (mezclando la de ambos) fue la siguiente:

  • Alhama de Almería: situado en la provincia de Almería, en la comunidad autónoma de Andalucía.
  • Alhama de Granada: situado en la provincia de Granada, en la comunidad autónoma de Andalucía.
  • Alhama de Aragón: situado en la provincia de Zaragoza, en la comunidad autónoma de Aragón.
  • Alhama de Murcia: situado en la Región de Murcia.
  • Cervera del Río Alhama y Aguilar del Río Alhama: Ambos en La Rioja, España, estos pueblos tienen nombres que hacen referencia al río Alhama

Todos estos pueblos comparten la peculiaridad de que sus nombres derivan de la palabra árabe «al-hammah», que significa «fuente termal». Esto se debe a la presencia de aguas termales en sus respectivos territorios.

Esto me hizo pensar que en todos estos pueblos debería de haber balnearios. Busqué un poco. El primero, el que ya conocía, Alhama de Aragón.

La respuesta de Copilot es muy interesante:

¡Sí, Alhama de Aragón es famosa por sus aguas termales! Este encantador municipio en la provincia de Zaragoza, España, ha sido un destino termal desde la época romana. Sus balnearios aprovechan las propiedades medicinales de las aguas, que brotan a temperaturas cercanas a los 34-38 °C. Estas aguas son ideales para relajarse y tratar ciertas afecciones, como problemas reumáticos y de piel.

Tal vez los baños tuvieran este aspecto. No es nada real, es una suposición dibujada por Google AI-Studio.

Tal vez, los baños termales en Alhama de Aragón, en época romana, eran algo así. O tal vez, no.

La razón de que estas aguas tengan propiedades curativas se debe a que al ser aguas calientes son capaces de disolver muchos minerales, que, a veces, son buenos para las enfermedades citadas. Y, sin duda, el mero hecho de que son aguas calientes ya debe ser positivo.

En Alhama de Granada ya disfrutaban de los baños termales desde época romana, aunque alcanzó su esplendor con el Reino Nazarí que dominó Granada entre los siglos XII y XV [2].

Hoy en día se pueden disfrutar de esas aguas, una de las formas es gratuita, en la otra hay que pagar.

Veamos la gratuita. A una distancia de dos kilómetros y medio del pueblo se encuentran «pozas2 termales, de acceso gratuito. Son pequeñas y el entorno en el que están situadas es extraordinario [1].

Pozas termales. Gentileza de Tierrassinfronteras.com Visitar Baños termales gratis Alhama de Granada, paraíso de paz

En cuanto a los sitios de pago, hay un hotel-balneario de tres estrellas que ofrece servicios típicos estos establecimientos [3]. Por lo que he podido ver, hay ofertas muy interesantes y a buen precio.

b) Salida de Fuengirola y desayuno en el camino

Nuestro punto de encuentro, donde nos recogería el autobús, fue en la «Rotonda de Ford», que es un lugar estratégico de comunicaciones. Dicha rotonda tiene parte en Mijas y parte en Fuengirola. Por ejemplo, desde la parada de autobús de la «Rotonda de Ford», en Fuengirola, se ve el letrero de Mijas.

Cartel de Mijas, desde la parada de bus de «Rotonda de Ford» en Mijas. (Como puede observarse, salimos de noche).

El cartel de Mijas me gusta. Las letras se leen perfectamente y, a la vez, tienen personalidad. No sé quién es el autor, pero le doy mis felicitaciones, que no creo que le sirvan para nada, pero a mí me satisface expresar que algo me ha gustado.

Una vez montados en el bus, la ruta que seguimos fue la que muestra el mapa de aquí abajo:

Ruta desde la Rotonda de Ford hasta Alhama de Granada, con una para para desayunar en «La Parada»en Huétor-Tejar. Basado en Google Maps.

Creo que me medio dormí. Al despertar, pude ver una señal de tráfico que ya nos anunciaba Alhama de Granada. No debíamos de estar demasiado lejos.

Señal de tráfico indicando el camino hacia Alhama de Granada.

Cerca de Huétor Tájar el termómetro del autobús marcada 3 grados Celsius. Era un día frío.

Cerca de Huétor Tajar el bus marcaba que la temperatura exterior era de 3 grado celsius.

Llegamos a «La Parada» de Huétor Tajar, donde teníamos reservado el restaurante para el desayuno.

Una vista de una de las mesas que teníamos reservada.

La jarra negra era café, ya preparado. En la mesa había botecitos de mermelada, mantequilla, zurrapa, sobrasada, etc.

Botecitos de mermeladas, tomate trtiturado, aceite de oliva, etc. Lo típico de un esayuna andaluz.

Siempre me sorprenden los desayunos andaluces. Como provengo del norte mis costumbres son otras, pero tengo que reconocer que los andaluces saben comer bien. Sus excelentes desayunos son un ejemplo de ello.

En la mesa había una jarra de café negreo, pero si alguien quería otras cosas, por ejemplo, cola cao o café descafeinado también había una bandeja con esos productos. Además, los camareros atendían a cualquier petición razonable.

Sobrecitos de Cola Cao, cafédescafeinado, etc
La jarra de café.
Café solo.

Aquí el café está servido en vaso. Hay una cierta lucha entre los que quieren el café en taza con asa y los que lo quieren en vaso de cristal liso. Me cuesta trabajo saber las razones de estos dos modelos de café, pero me consta, porque lo he vivido, que hay verdaderas luchas. «Por favor, camarero, quítelo de la taza y póngamelo envaso liso». Sinceramente, no logro entender la diferencia. Para mí, ignorante de esas sutilezas, lo prefiero en taza con asa para no quemarme, pero muchas personas que conozco lo prefieren en vaso y dicen que sabe mejor. ???? (No sé qué pensar). Se le he preguntado a Gemini de Google y me dice:

La preferencia por servir el café en vaso en lugar de taza, especialmente en regiones como Andalucía, responde a una combinación de factores culturales, prácticos y sensoriales:

  • Tradición y clima:
    • En el sur de España, el clima cálido invita a disfrutar de bebidas refrescantes. El vaso, especialmente si es de cristal, permite apreciar visualmente el café con hielo o con leche fría, muy populares en esta zona.
    • Además, la costumbre de acompañar el café con un vaso de agua fresca es muy arraigada, y el vaso de cristal realza esta presentación.
  • Aspectos sensoriales:
    • El vaso de cristal permite apreciar mejor la textura, el color y las capas de la bebida, lo que enriquece la experiencia sensorial del café.
    • Para los baristas, el vaso también facilita la evaluación visual de la preparación del café.
  • Practicidad:
    • En algunos establecimientos, el uso de vasos puede ser más práctico y versátil, especialmente para servir diferentes tipos de café, desde el tradicional café solo hasta elaboraciones más complejas con hielo o leche.
  • Estética y modernidad:
    • El vaso de cristal aporta un toque moderno y elegante a la presentación del café, lo que puede ser atractivo para muchos consumidores.

Aunque la taza sigue siendo la opción tradicional para disfrutar de un café caliente, el vaso se ha consolidado como una alternativa popular, especialmente en el sur de España, donde el clima y las costumbres locales influyen en la forma de disfrutar esta bebida.

Ante esa respuesta, que parece referirse al café frío, le vuelvo a preguntar a Gemini, que me de las razones, pero para café caliente y su interesante respuesta es esta:

La preferencia por servir el café en vaso en lugar de taza, especialmente en regiones como Andalucía, responde a una combinación de factores culturales, prácticos y sensoriales:

  • Tradición y clima:
    • En el sur de España, el clima cálido invita a disfrutar de bebidas refrescantes. El vaso, especialmente si es de cristal, permite apreciar visualmente el café con hielo o con leche fría, muy populares en esta zona.
    • Además, la costumbre de acompañar el café con un vaso de agua fresca es muy arraigada, y el vaso de cristal realza esta presentación.
  • Aspectos sensoriales:
    • El vaso de cristal permite apreciar mejor la textura, el color y las capas de la bebida, lo que enriquece la experiencia sensorial del café.
    • Para los baristas, el vaso también facilita la evaluación visual de la preparación del café.
  • Practicidad:
    • En algunos establecimientos, el uso de vasos puede ser más práctico y versátil, especialmente para servir diferentes tipos de café, desde el tradicional café solo hasta elaboraciones más complejas con hielo o leche.
  • Estética y modernidad:
    • El vaso de cristal aporta un toque moderno y elegante a la presentación del café, lo que puede ser atractivo para muchos consumidores.

Aunque la taza sigue siendo la opción tradicional para disfrutar de un café caliente, el vaso se ha consolidado como una alternativa popular, especialmente en el sur de España, donde el clima y las costumbres locales influyen en la forma de disfrutar esta bebida.

Sí, pero no lo digo solo para café frío, también para café caliente

Es cierto que la preferencia por el vaso en lugar de la taza en algunas regiones de España, como Andalucía, no se limita al café frío. Aunque el clima cálido influye, existen otras razones que explican esta costumbre, incluso para el café caliente:

  • Tradición arraigada:
    • En muchas zonas, especialmente en bares y cafeterías con tradición, el vaso de cristal ha sido la forma habitual de servir el café durante décadas. Esta costumbre se ha transmitido de generación en generación, convirtiéndose en una seña de identidad local.
  • Sensación al tacto y temperatura:
    • Algunas personas prefieren la sensación del cristal en las manos, tanto para el café frío como para el caliente. El cristal transmite la temperatura de la bebida, lo que puede resultar agradable para algunos consumidores.
    • Aunque la taza retiene mejor el calor, el vaso permite sentir la temperatura del café de forma más directa.
  • Estética y sencillez:
    • El vaso de cristal, con su sencillez y transparencia, puede resultar más atractivo para algunos consumidores que la taza tradicional. Además, en algunos bares, el uso de vasos facilita el apilamiento y el lavado, lo que resulta práctico para el personal.
  • Cultura del bar:
    • En España, el bar es un lugar de encuentro social, y el café se disfruta como parte de esta experiencia. El vaso de cristal, con su aspecto informal, encaja perfectamente en esta cultura.

En resumen, la preferencia por el vaso en el sur de España, para el café caliente o frio es una combinación de tradición, sensación, estética y cultura del bar.

Las respuestas de Gemini me han parecido muy interesante y me ha hecho recordar una escena en un día que hacía mucho frío. Un compañero de viaje se dirigió a la barra del bar y pido un café solo largo en vaso. Y en cuanto se lo sirvieron puso las manos a su alrededor para calentárselas.

Otro de los aspectos típicos del desayuno en estas excursiones es que siempre hay un excelente aceite de oliva virgen extra y tomate triturad.

Aceite de oliva virgen extra y tomate picado.

El aceite y el tomate son para extenderlos en una tostada. Como la sirven calentita tuvimos que esperar. Poco después de sentarnos nos llegó.

Para los que prefieren la mantequilla, también la había.

Mantequilla Kaiku.

Ni que decir tiene que para endulzar el café muchos usan azúcar. No podía faltar. Reproduzco el sobrecito de azúcar pues, además de que su contenido sirve para endulzar, el sobrecito no da el nombre del establecimiento.

Tras desayunar, continuamos viaje hacía Alhama de Granada.

Caminando hacia el autobús.

Al emprender nuestro camino, ya instalados en el autobús, pude apreciar uno de los interesantes efectos del frío. Durante la noche, las temperaturas habían descendido tanto que el hielo se acumuló sobre los tejados. Con la llegada del sol matutino, su calor comenzó a derretir el hielo, transformándolo en agua que caía en delicados hilos, dejando pequeñas gotas que chispeaban al descender. «Cuando nos íbamos, ya montados enn el autobús, pude ver uno de los efectos del frío. Aquella noche había congelado y algunos tejados tenían hielo, cuando el sol empezó a calentarlos, el hielo se convirtió en agua que iba chorreando y dejaba caer gotitas de agua.

Gotas de agua del deshielo.

c) Llegada a Alhama de Granada

Desde el bus, al fondo, Alhama de Granada.

Al acercarnos un poco más pudimos ver el edificio más imponente de Alhama de Granada, la iglesia de Nuestra Señora del Carmen.

Iglesia de Nuestra Señora del Carmen.

Al fondo los montes están nevados.

Al llegar al pueblo un gran letrero nos daba la bienvenida. Aunque lo vimos desde bastante lejos. No obstante esto es lo que pude obtener con la cámara del teléfono.

Letrero de bienvenida a Alhama de Granada.

En estos días en los que ha puesto de moda atacar a los turistas, es de agradecer que un pueblo nos de la bienvenida. Gracias, Alhama de Granada.

También, desde el autobús llegamos a un letrero, creo que en hierro, que nos indica que estamos en Alhama de Granada.

Letrero de Alhama de Granada.

Los autobuses tienen un área reservada para aparcar.

Algo que me llamó especialmente la atención fue la existencia de un área de aparcamiento para caravanas, lo cual me encantó. Aunque no tengo una caravana, siempre he pensado que viajar en una es una manera maravillosa de descubrir el mundo, aunque parece que cada vez hay más obstáculos para quienes optan por esta forma de vida. El hecho de que un pueblo con tanta relevancia histórica reserve un espacio para caravanas me parece un gesto digno de admiración y agradecimiento.

Bajados del autobús, y ya andando, nos dio la bienvenida un cartel anunciando del carnaval de Alhama de Granada.

Carnaval de Alhama de Granada.

Nos reunimos la guía, y unos pocos minutos después estábamos en el aparcamiento de caravanas.

Aparcamiento de caravanas. He desenfocado las caras pues nadie me ha dado permiso para publicarlas.

an interesante como que el pueblo tenga aparcamiento para caravanas es que arriba se vea una iglesia. Muy sencilla. Pero ya saben mis seguidores (que optimista soy pensando que tengo seguidores) que me gustan las cosas sencillas.

Esa iglesias se trata de la Ermita de los Remedios, que es del siglo XVI. Es sumamente sencilla, por eso quizá me atraiga. Me gusta lo sencillo. [4].

Allí mismo nos encontramos con un anuncio en contra de la violencia de género.

Alhama de Granada en contra de la violencia de género.


Estoy francamente cansado de estos letreros. Que no se me malinterprete: por supuesto que estoy en contra de la violencia de género. Sin embargo, me preocupa que al enfatizar exclusivamente este tipo de violencia, se deje entrever que otras formas de violencia sean aceptables. ¿Por qué no rechazar la violencia en todas sus formas? Ya sea de hombre contra hombre, de mujer contra mujer, de policía contra delincuentes, etc. Sabemos que no es la intención del ayuntamiento, pero este mensaje corre el riesgo de ser malinterpretado. Un asesino que no discrimina y mata sin importar el color de piel, religión, sexo o profesión, ¿acaso sería bienvenido en Alhama de Granada porque no practica violencia de género? Estoy seguro de que no, pero esa es la impresión que puede dar el letrero. Además, no puedo evitar percibir un cierto aire ‘woke’ (¿podríamos decir neocomunista?) en este mensaje. No sería más claro y contundente decir simplemente «Alhama de Granada está en contra de cualquier forma de violencia»?

d) Un paseo por las orillas del río Alhama

En vez de ir a ver el pueblo, los organizadores nos habían propuesto, primero ver el valle del río Alhama. La razón es bastante obvia: la fiesta del vino comenzaba a las doce del mediodía.

Ahora, para mí, el relato del viaje se hace un poco confuso. Espero que me perdonen si me equivoco. Tal vez porque la guía iba tan deprisa que no pude seguirla y me perdí la mayor parte de las explicaciones. Y digo «la mayor parte» por ser generoso, realmente no oí nada.

Así que la mayor parte de lo que viene a continuación son mis propias ideas, sin que haya una guía que me lo haya contado.

Estábamos en el pueblo, en el parking de autobuses, y tuvimos que descender al valle del rio Alhama.

Teníamos que bajar y caminar por este barranco.

Lo que se ve al fondo es un molino aserradero. Sí, eso: un molino que no servía para moles grano, sino para cortar maderas con una sierra.

En algunas zonas había una valla de seguridad.

Valla de seguridad.

Descendimos y fuimos por la orilla del río Alhama. A sus orillas había árboles; como era invierno, no tenían hojas estaban desnudos y eran, para mi gusto, bastante vulgares. Me explico, en todas partes se puede encontrar belleza, hasta en un virus mortal como el ébola; pero hay cosas raras, que nos parecen más bellas y cosas vulgares, que nos parecen menos bellas.

En un entorno donde se veía el río Alhama como un riachuelo, pude sacar este foto.

Río Alhama.

Lo que me llamó la atención fue que una mujer que venía en la excursión me dijo: ¡Que belleza, que maravilla!

Realmente puede considerarse bello, pero arroyos como este se ven en todas partes. Los árboles desprovistos de hojas son muy vulgares. Me suele gustar la belleza de lo vulgar.

Pero quedé sorprendido de lo que algunas personas decían a mi alrededor: ¡Qué maravilla! ¡Qué tranquilidad! ¡Qué paz que no tenemos en la ciudad!

¿Y qué decir ante esas frases? ¿Reírme de ellos?¿Decirles que todos los que hemos vivido en un pueblo conocemos paisajes similares, que nos gustan, pero que no tienen nada de especial?

Opté por callarme.

El paisaje es bello, pero vulgar. Quiero dejar claro que me gusta, pero que tantas frases como «¡qué maravilla!, ¡qué belleza!… o similares, me parecen exagerados.

El río Alhama transcurriendo en el valle al lado de Alhama de Granada.

Unos pocos pasos más adelante me encontré con lo que creo que son almendros en flor. No estoy seguro.

Almendros en flor.

No entiendo mucho de almendros, pero me da la sensación de que florecer el 1 de febrero es un poco pronto, lo que no me extraña pues hemos tenido un invierno tan suave, que alguna planta se ha liado y se cree que ya es el momento de florecer. Lo normal es que lo hagan entre mediados de febrero y finales de marzo.

Seguimos nuestro paseo por lo que ellos llaman «tajos de Alhama». Se trata de un farallón, encima del cual está el pueblo.

Cartel que anuncia el monumento natura «Tajos de Alhama».
El farallón del tajo.
Detalle del farallón.

En la roca nos encontramos con escaleras talladas. A esta, la llaman «escalera del diablo». Su denominación proviene de la dificultad y el vértigo que genera recorrerla, ya que no es apta para personas con miedo a las alturas.

Escalera del diablo.

También nos encontramos con varios apriscos, utilizando parte de los recovecos de la roca y parte una pared de piedras. Normalmente los apriscos son lugares donde los pastores guarecen a las ovejas de las inclemencias del tiempo, aunque en este caso, me dio la sensación de que estaban usándolo como corral de gallinas.

Aprisco construdio aprovechando un recoveco en la roca.
Aquí vemos un abrigo rocoso, similar al del aprisco, pero sin muro para que no se escapan las ovejas.

Es curioso, este abrigo me recuerda a la «Ciudad encantada» de Cuenca y los tajos del río Alhama también me recuerdan a Cuenca ciudad, donde hay tajos similares producidos por los ríos Huécar y Júcar. Supongo que para muchos andaluces la sensación es al revés, me explico: a ellos Cuenca les recordará a Alhama de Granada. Yo vi primero lo de Cuenca.

Por el camino hay alguna zona de descanso.

Una banco de madera para descansar.

Como podemos ver, el suelo está pavimentado con piedras. No es el único sitio, en el camino hay varias zonas pavimentadas y con escalera.

zonas del camino, pavimentadas y con escaleras

No todo el camino está empedrado y en buenas condiciones, también hay trozos de tierra y con chorros de agua. Para superarlos se han construido puentecillos de madera.

Puentecillo para cruzar una pequeña corriente de agua.

Y allí nos encontramos con antiguos lavaderos.

Piedras de lavar. Antiguos lavaderos.

El cartel dice antiguos lavaderos, pero yo he vivido cosas similares. Recuerdo a mi madre y a mi abuela que iban al río, y en zonas con buenas piedras, lisas, grandes, hacían la colada. Después tendían la ropa en la hierba para que se secase. Aquellas piedras no estaban labradas como estas, pero se habían elegido para que pudieran ejercer bien sus funciones.

Piedra de lavar de Alhama de Granada.

La lluvia había llenado de agua una antigua pila.

Pila de lavar.

Al ver estas piedras recuerdo a mi abuela y a mi madre de rodillas, con las sábanas enn la mano, enjabonándola, golpeándola contra la piedra, sumergiéndolas en el río y luego tenderlas.

Llegamos a un puentecillo, que nos permite llegar al molino aserradero, del que habíamos hablado más arriba.

Puentecillo que atraviesa el río Alhama y nos lleva al molino aserradero.
Molino aserradero.

Me resulta fascinante la forma en la que nuestros antepasados fueron capaces de utilizar el agua. Sin duda, eran excelente ingenieros. No sé exactamente cómo se formaban, pues, que yo sepa, no había escuelas de ingenieros. Supongo que sería la típica enseñanza de los gremios, de maestros a aprendices. Pero fuera como fuese, su formación era buena, puesto que eran capaces de construir maquinaria como la de un aserradero movido por el agua del río.

Unos pasos más adelante y pudimos ver un vista espectacular del pueblo. Una vez más me recordó a Cuenca y sus casas colgadas.

El pueblo de Alhama de Granada desde el fondo del barranco.

Subiendo un poco y mirando hacia atrás pude ver los farallones de los tajos y la iglesia de la Virgen del Carmen al fondo.

Los tajos y la iglesia de Nuestra Señora del Carmen al fondo.

Unos pasos más adelante y pudimos ver un letrero que nos indicaba la ruta del termalismo y el centro de la ciudad. Me hubiera gustado mucho conocer las pozas termales, pero ya estaba demasiado cansado. Opté por seguir hacia la ciudad.

Señal que nos anuncia el camino para la ruta el termalismo y en cnetro urbano,

Seguimos por el camino que nos llevaba hasta el pueblo.

Un poco antes de llegar pudimos ver los restos de una vieja harinera. Mirando en ese cúmulo de sabiduría que es internet me he enterado de que hay un proyecto de reconstruir esta antigua harinera. Si no he entendido mal, son aficionados que quieren ayudar a que se conserve un símbolo de la industria no tan antigua: una fábrica e harinas.

Al fondo, con tejado negro la antigua harinera.
La purísima fábrica de harinas.

Siento debilidad por esas personas que dedican su tiempo y, posiblemente dinero, para conservar algo de lo que fue una industria importante. Las harineras han sido fundamentales desde que aprendimos a cultivar granos. No puedo dejar de pensar en Don Quijote y su lucha contra los molinos de viento, cuya función era hacer harina.

Poco después llegábamos al lugar más alto.

Camino que nos lleva hacia el pueblo, ¿No les recuerda las casas colgadas de Cuenca?

Estaba cansado. Para mí el camino habñia sido duro.

Un punto importante de la ruta era la ermita de los ángeles. Tenía mucho interés en verla, pues la leyenda que hay tras ella es apasionante. He preguntado a Copilot de Microsoft y su respuesta ha sido esta:

La leyenda más conocida asociada a la Ermita de los Ángeles en Alhama de Granada es la del Salto del Caballo. Según esta historia, un caballero perseguido por sus enemigos llegó al borde de un precipicio cercano a la ermita. En un acto desesperado, rezó a los ángeles para que lo salvaran. Milagrosamente, su caballo dio un salto imposible, dejando marcas de herraduras en la roca, que aún hoy se pueden observar. Este evento fue interpretado como un milagro, y la ermita se convirtió en un lugar de devoción.

Yo no pude ir pues staba agotado, pero mis amigos Miguel y Pepi fueron y me cedido sus fotos.

Ermita e Nuestra Señora de los Ángeles. Letrero donde explican la leyenda. En el cartel se ve al caballo saltando al vacío. Alhama de Granada. (Foto de Miguel y Pepi).
Fachada de la ermita. Alhama de Granada. El texto dice: Año 1500. No pases alma mía sin saludar a María Nuestra Señora e los ángeles.

Gracias a Miguel y Pepi por permitirme usar sus fotos.

Habíamos llegado a lo más alto. Fuimos bajando hacia el pueblo donde estaba a punto de celebrarse la fiesta del vino. Por el camino tuve ocasión de fotografiar algunas cosas que a mi me parecieron bellas.

Ya había dicho que a veces encuentro belleza en cosas sumamente simples. Por ejemplo en un cardo reseco.

Cardo en Alhama de Granda.

No es nada vistoso. No es verde ni colorista. Tan solo son matices de gris. Pero me gusta.

También me gustan esas sencillas flores amarillas el tojo (Ulex europaeus):

Ulex europaeus

O del almendro en flor, del que ya había dicho que se había adelantado. Este año el invierno había sido demasiado caluroso.

Almendro en flor.

El pueblo ya estaba a unos pocos metros.

El pueblo de Alhama de granada. Al fondeo, en el centro, la iglesia del Carmen.

Hacía allá nos dirigimos. Al mediodía comenzaría la fiesta del vino. De ello hablaré en el siguiente apartado.

e) La fiesta del vino

Desde donde estábamos, se veía gran parte del pueblo, y, sin duda, destacaba la iglesia de la Virgen del Carmen.

Desde donde estábamos, así se veía la iglesia de la Virgen del Carmen (con un poco de zum).

La fiesta se celebra en muchas partes del pueblo, pero podemos decir que el núcleo está al lado de la iglesia de la Virgen del Carmen. Los centros principales son el Paseo de los cisnes y la Plaza de la Constitución.

Ubicacion de los principales eventos de la fiesta del vino. Basado en Google Maps.

Empezamos a andar hacia el Paseo del Cisne, pues es allí donde venden los vasos. ¡Ah, perdón, todavía no les había explicado lo de los vasos. Ahí voy. Durante esta fiesta hay muchas bodegas de la zona, y muchos bares, que ofrecen degustaciones gratis, de sus caldos. Bueno, no totalmente gratis, hay que comprar una jarrita de cerámica granadina, y con ella, al ir a cualquiera de esos puestos te la llenan gratis. La jarrita, este año (2025) costaba 8 € y, según nos dijeron, era más pequeña que la de otros años. Y la razón no era que dan menos vino, pues puedes pedir que te la llenen cuantas veces quieras. El problema, que tal como nos explicaron, es lo guarro que somos

Las jarritas de nuestro grupo de amigos. Sí, íbamos cinco personas.

En años anteriores las jarras eran más grandes, pero resultaba que algunas personas iban a un puesto, le llenaban la jarra, no les gustaba y la titaban suelo, con lo cual el pueblo se ensuciaba. Así que una e las decisiones del ayuntamiento (según me han dicho, no lo he confirmado) este año han decidido una jarrita más pequeña, para que la suciedad sea menor.

Ni que decir tiene, que una persona más civilizada que lo que somos (me incluyo), en vez de pedir la jarra llena, podían pedir un poquito para probar y si le gustaba pedir más y si no bebérselo, nadie se muere por tomar un chorrito de vino aunque no te guste.

Pero me da la sensación de me he adelantado. Esas jarritas las compramos por 8 € en el Paseo del cisne (que no es un paseo, es más bien una plaza). En dicho paseo está la fuente del cisne.

Fuente del cisne.

PERO, un gran pero. La fiesta no comenzaba, con el discurso oficial y el principio de repartir vino creo que a la una de la tarde. (Creo, no estoy seguro).

Habíamos llegado demasiado pronto, así que buscamos un bar done sentarnos. Casi todo estaba lleno, pero tuvimos la inmensa suerte de que en el Bar Sibanco (en una esquina del Paseo del Cisne) había una mesa libre. Allí que fuimos y nos sentamos.

Sabíamos que unos minutos más tarde nos lo darían gratis, pero algunos preferimos pedir el vino de la tierra y pagarlo.

Pedimos unas copas del vino típico de Alhama de Granada y nos sorprendieron, una vez más, con una tapa gratuita excelente.

Las tapas de la provincia de Granada siempre me sorprenden. Sé que no es el único lugar de España con unas tapas (o pinchos, como las llaman en otras partes) excelentes; soy consciente de las tapas de alta cocina de Valladolid o de Almería, donde al pedir una vino te sacan una carta de tapas, normalmente con decenas de ellas, todas buenísimas. Pero estábamos en Granada.

La atención de nuestra camarera fue excelente. Amable profesional. Lo dicho: excelente. Creo que era sudamericana, pero no estoy seguro, ni tendría que importar lo más mínimo. Sudamérica es nuestra hermana.

Probé el vino. Es un vino afrutado, que entra muy bien. Tenía un buen equilibrio entre acidez y dulzura. Me gustó. Y ese es su problema, es un vino fresco, suave, que entra muy bien, pero eso nos hace olvidar que su graduación es alta, entre 12 y 14º, lo que los hace peligrosos. Entra muy bien, pero emborracha.

Observen el color. No es blanco, es ligeramente dorado, como si quisiera mostrarnos las luces del sol que las uvas habían atrapado: amaneceres con naranjas intensos, atardeceres teñidos de sangre roja…

El vino había atrapado al sol y nosotros nos lo bebíamos. Bebíamos sol. Nos convertíamos en faraones.

No faltaba la tapa de tortilla de patatas.

Tapa de tortilla de patatas.

La tortilla de patatas me parece un gran enigma. Me explico. Los componentes básicos son patatas, huevos, aceite de oliva y tal vez cebolla. Nada más. Parece mentira que con esa fórmula tan sencilla haya miles de resultados distintos. E incluso haya guerras, como por ejemplo entre los cebollistas y los no cebollistas.

Para mi gusto la tortilla de patatas habitual andaluza peca de exceso de cuajado. Me explico, la tortilla ha estado mucho tiempo en la sartén y el resultado es una tortilla compacta. A mí me gusta que al partirla chorree, que el huevo no esté cuajado. Pero esto no es lo habitual en Andalucía, Y, ¡perdón, que nadie me interprete mal! Esa es la forma de Andalucía que es tan buena como cualquier otra. La del bar Sibanco era un intermedio francamente bueno. Ni demasiado compacta, ni demasiado líquida.

Me da la sensación de que me he alejado totalmente de la descripción de mi experiencia en la fiesta del vino de Alhama de Granada.

Como iba a ser la hora de la presentación, en la que alguien del ayuntamiento no daba un discurso, nos obligaron a salir.

Escuchamos el discurso, lo único que me quedó claro es que este año los beneficios irían para la Gota Fría de Valencia. Me pareció excelente. Alguien tiene que ocuparse de las víctimas de la gota fría ya que los políticos se pelean entre ellos y no hacen nada.

Aspecto de algunas casetas en la Plaza de la Constitución. He desenfocado las caras a propósito, para que no se vean.
El letrero de una de las casetas.

Fuimos de puesto en puesto probando sus caldos. Tengo que confesar que eran muy parecidos. Y todos muy agradables y buenos. Tras unas cuantas copas, decidimos sentarnos en algún sitio y en bar Sabiano nos volvió a recibir.

Una nueva ronda de vinos y tapas a elegir. En esta ocasión alguien pidió albondigas.

Tapa de albóndigas.

Decidimos comer allí a base de sus tapas y raciones.

Pedimos varias raciones. Quedamos plenamente satisfechos y el precio fue razonable tendiendo a bajo.

Al buscar en internet marcaban al bar Sibanco como precio medio. Eso me convenció de que de debemos volver a Alhama de Granada. Si un servicio excelente es «medio» ¿Cómo será el bueno?

Concluyendo

Pasamos un buen día. Tal vez el «paseo suave» por las orillas del río Alhama era superior a mis fuerzas. Me sorprendió que los participantes considerasen sumamente bellos, paisajes de los que yo estaba aburrido de verlos en mi niñez.

Los vinos excelentes.

La amabilidad de la camarera añadió un plus a nuestra experiencia.

Creo que el año que viene trataré de volver, no sé cómo, tal vez reservando una noche de hotel en el pueblo.

Me ha gustado esta inciativa de «la fiesta del vino» de Alhama de Granada.


Notas.

[1] Apeadero.es. Los baños de Alhama de Granada: termas gratis. https://apeadero.es/banos-alhama-de-granada-termas-gratis/

[2] Wikipedia. Entrada: Nazarí. https://es.wikipedia.org/wiki/Nazar%C3%AD [Consultado el 25 de marzo de 2025]

[3] Andalucia.org. Balneario Alhama de Granada. https://www.andalucia.org/listing/balneario-alhama-de-granada/15122102/

[4] Rinconesdegranada.com. Entrada: ERMITA DE LOS REMEDIOS. https://rinconesdegranada.com/ermita-de-los-remedios


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De tapas y otras cosas por Fuengirola © 2024 by Félix Ares is licensed under CC BY-SA 4.0 . Debe indicarse que está creado a partir de una obra de felix.ares.fm

En esta ocasión he contado con la colaboración de Vero.


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Viaje a Vera (Almería). Índice.

6 de diciembre de 2024

El día 6 de diciembre iniciamos un viaje de cuatro días, organizado por Juan Alcaraz. El centro de nuestras actividades estaba en un hotel de Vera. Desde allí vimos muchas cosas muy interesantes.

En esta entrada voy a poner el índice. Simplemente clicando en el enlace que se quiera se va a dicha parte.

Índice

Viaje a Vera (Almería). Día 1-parte 1: desde Fuengirola a desayunar en Riofrío (Loja, Granada). | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Viaje a Vera (Almería). Día 1-parte 2: desde Riofrío (Loja, Granada) hasta hotel Lorenzo en Chirivel. | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Viaje a Vera (Almería). Día 1-parte 3: desde hotel Lorenzo, en Chirivel, hasta Lorca (Murcia). | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Viaje a Vera (Almería). Día 1-parte 4: Comida-espectáculo en «Mariscos a lo Bestia», Lorca (Murcia). | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Viaje a Vera (Almería). Día 1-parte (y 5): Desde «Mariscos a lo loco» hasta el hotel en Vera (Almería) | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Viaje a Vera (Almería). Día 2: Cartagena. | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Viaje a Vera (Almería). Día 3. Parte 1: Mecadillo de Villaricos (Cuevas de Almanzora — Almería) | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Viaje a Vera (Almería). Día 3. Parte 2: Almuerzo en hotel Adaria-Vera | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Viaje a Vera (Almería). Día 3. Parte (y 3): Visita a Mojácar (Almería) | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Viaje a Vera (Almería). Día 4. Parte 1: Visita a «Garrucha» (Almería) | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Viaje a Vera (Almería). Día 4. Parte 2: Almuerzo en hotel Adaria Vera (Almería) | De tapas y otras cosas por Fuengirola

Viaje a Vera (Almería). Día 4. Parte (y 3): Regreso a Fuengirola | De tapas y otras cosas por Fuengirola


Notas

[1]


Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con

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En esta ocasión he contado con la colaboración de Vero.


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