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La ciencia, premio gordo para toda la humanidad

22 de diciembre de 2023

Hoy es el día en el que se celebra el sorteo de la lotería de Navidad. Quisiera un imposible, que a todos y cada uno de nosotros nos tocara el gordo de la lotería. He dicho imposible, pero, ¿y si no lo fuera? ¿Y si de verdad hubiera una lotería donde el premio fuera el Gordo para toda la humanidad?

Los humanos tenemos la perversa tendencia de considerar que el tiempo en el que vivimos es muy malo y que el pasado era mejor. Craso error. Casi siempre es al revés, el pasado era peor, mucho peor que el presente.

Voy a poner un sencillo ejemplo. La viruela era una enfermedad grave y muchas veces mortal. Ni los reyes ni los plebeyos podían librarse de ella. Hoy nadie puede contagiarse de viruela por una sencilla razón: hemos logrado erradicar el virus que produce la enfermedad. La ciencia logró acabar con aquel maligno virus [1] y con ello a la humanidad le toco el premio gordo. A toda la humanidad, fue un regalo para pobres y para ricos, para ciudadanos del primer mundo o del tercero. Fue el gordo para todos. En el artículo de National Geographic que pongo en la bibliografía [1], se ven algunos datos interesantes, aunque el título puede ser engañoso ( Cómo la humanidad venció a la viruela, la única enfermedad erradicada gracias a las vacunas). Primero, es engañoso, porque la viruela no es la única enfermedad erradicada de la faz de tierra. Hay otra enfermedad que ha sido erradicada: la peste bovina [2]. Segundo, hay muchas enfermedades que no han sido erradicadas, pero están a punto de serlo. Una de ellas es la terrorífica poliomielitis.

Los jóvenes no lo han vivido, pero los que ya tenemos bastantes canas, recordamos que en nuestro colegio o en nuestro vecindario siempre había alguien que llevaba una pierna, o las dos con un exoesqueleto metálico para poder andar. Eran los que habían padecido la polio y habían tenido suerte. En 2017 solo se habían dado 22 casos en todo el mundo. Solo 22 casos en todo el mundo; es decir, estamos a punto de su erradicación. Lo mismo ocurre con otras enfermedades, aunque, por desgracia, en algunos casos, como el sarampión, estuvo a punto de ser erradicada, pero los movimientos antivacunas han hecho que vuelvan.

Sin duda, el descubrimiento de las vacunas fueron y son uno de los premios gordos que ha dado la ciencia a la humanidad.

Hablemos de comida. Estoy un poco harto de oír lo mal que comemos hoy, todo artificial y «ultraprocesado» y lo bien que comían nuestros abuelos. Hay infinidad de anuncios sobre alimentos que nos hablan de que el producto X es igual al que comían los abuelos. Me alegro de que sea falso. No sé qué comían los abuelos de los publicistas, pero los míos comían poco, malo, insano y terriblemente poco variado. Y mis abuelos eran de los privilegiados, pues tenían un huerto y un corral. El día de Navidad hacíamos un derroche y comíamos una gallina. Una vez al año. Por eso nos sabía tan bien y por eso decimos que los pollos de hoy no saben a nada: porque los comemos todos los días. Nosotros podíamos permitirnos comerlos una vez al año y nos sabían a gloria. El resto del año, pan (muchas veces con piedras en su interior que nos rompía los dientes), aceite refinado (nada de aceite de oliva virgen extra), sopa de fideos, alubias, garbanzos, lentejas, patatas… Y vuelta a empezar. No había nada nuevo.

Hoy, entrar en un supermercado nos hace más ricos que el más rico del pasado. La variedad de alimentos de los que disponemos y su calidad serían le envidia de un emperador romano. Y eso lo ha hecho posible la ciencia.

Cuando me dicen que una cosa es muy buena «porque es de pueblo» se me ponen los pelos de punta. He vivido en un pueblo y he visto cosas que hoy consideraríamos terribles. Por ejemplo, un vecino se dedicaba a hacer morcillas y venderlas. No se decían que eran de pueblo, pero obviamente hoy sí se diría. Las hacían en la bañera. En la misma bañera en la que se bañaban. No cabe duda de que una higiene magnífica (modo irónico ON). Claro que a lo mejor eso es lo que le daba sabor. No había frigorífico por lo que conservar alimentos era todo un reto. De ahí los salazones, adobos, embutidos, confituras, mantequillas, secado, secado y ahumado, fermentación, etc.

Fue la ciencia la que descubrió los problemas de salud alimentaria relacionados con bacterias. Fue la ciencia la que descubrió el frigorífico y con ello logró aumentar el tiempo de duración de cualquier alimento. Fue la ciencia la que permitió obtener mejores variedades de plantas, más productivas y menos sometidas a los caprichos de la naturaleza. Fue la ciencia la que logró convertir terrenos de secano en regadíos y con ello aumentar la cantidad y variedad de alimentos disponibles. Fue la ciencia la que hizo barcos frigoríficos y permitieron que cualquier alimento del mundo estuviera en las estanterías de nuestros supermercados. Fue la ciencia la que inventó los fertilizantes sintéticos (sí, he dicho sintético, supongo que seré objeto de anatema por parte de los ecologistas de salón que nunca han visto el campo nada más que en documentales ñoños). Con los fertilizantes sintéticos nos libramos de la necesidad de boñigas (que eran escasas) y de periodos de barbecho, y con ellos aumentamos la productividad de los campos de forma prodigiosa. Fue la ciencia la que inventó los fitosanitarios (incluyendo el glifosato, injustamente denostado por los ecologistas de salón) y con ellos duplicar o triplicar las cosechas. Fue la ciencia la que inventó controles para ver si carnes, pescados o vegetales estaban contaminados con alguna enfermedad. ¿Tendré que hablarles del anisakis en los pescados, de la E. Coli en los vegetales o la salmonelosis en las carnes? ¿Tendré que recordarles que todos los protocolos de vigilancia y los sistemas de test han sido diseñados por la ciencia?

¿Tendré que recordarles que gracias a esa industria de los alimentos, las hambrunas son escasas? ¿Tendré que recordarles que en siglos pasados una mala cosecha representaba la muerte de millones de personas?

Quizá sea imprescindible hablar de que en la enorme cantidad de investigación que hay tras esas tecnologías han intervenido personas del primer mundo y del tercero. Es un producto de miles de mentes. Cada pequeño detalle era un premio de la lotería, pero visto en su conjunto ha sido un premio gordo. Y no solo para sus inventores sino para TODO el mundo.

Dejo el tema de la alimentación, pues me sulfura. ¿Saben ustedes cuál era mi cena en 1950? Mondas de patata fritas en un horroroso aceite de oliva refinado. Y mi familia tenía suerte: teníamos para comer.

Pasemos a la electricidad. Algo que casi todo el mundo da por hecho y sobre lo que nunca ha reflexionado. ¿Se imaginan un mundo sin electricidad? No es fácil. La electricidad está tan metida en nuestras vidas que la mayor parte de las veces su contribución nos pasa desapercibida. Las ramificaciones de la electricidad son enormes y llegan a muchos sitios inesperados.

Hace ya muchos años, un colegio de enseñanza media me invitó a una reunión con los alumnos en la que querían ver cómo sería el mundo sin electricidad. Estuve todo un día con ellos y aprendí muchísimo. Quizá lo más obvio es que la electricidad nos da luz. Sin electricidad, para iluminarnos, tendríamos que recurrir a velas, carburo, quemar madera, … Parece que todo se limita a eso, un cambio de sistema de producción de luz. Pues no, es mucho, mucho, mucho más. Las velas eran caras. Muy caras. Digamos que una vela de espermaceti [3], a finales del siglo XVIII, en el Reino Unido, era de 1 chelín y seis peniques (dicho de otro modo un chelín y medio) [4] y que el sueldo semanal era de 10 chelines. Es decir, una vela, que solo iluminaba durante unas pocas horas, costaba era el sueldo de un día [4]. No podríamos malgastarlas. Y eso justifica el famoso cambio horario de verano, que propuso Benjamín Franklin en París [5]. Allí, en aquel momento, era una medida con sentido, hoy, lo dudo, pero esa es otra historia. Normalmente, la luz nocturna se obtenía de tener una chimenea encendida. Hoy en día, en algunos sitios de África, para poder leer, muchos niños usan el fuego de leña, o de boñigas de vaca. No solo es que la luz sea escasa, es que el humo produce enfermedades pulmonares, entre otras asma. Es decir, la electricidad nos ha librado de muchas enfermedades pulmonares. ¿Inesperado? ¿Y que los ojos no estén en su mejor estado?

La mayoría de nosotros hoy en día vivimos en casas de varios pisos a los que subimos en ascensor. En ascensor eléctrico. ¿Habían pensado ustedes que los rascacielos solo son posibles por la existencia de ascensores eléctricos? Sin electricidad no habría rascacielos.

Hoy tenemos agua corriente en nuestras casas. ¿Ha pensado que para que ese agua llegue a nuestro hogar se han necesitado muchas bombas eléctricas? ¿Ha pensado cómo sería su vida sin agua corriente en su casa? ¿Sí?, ¿seguro? No solo se trata de que no tendríamos agua para lavar la ropa, o ducharnos, es que no tendríamos agua para el retrete. ¿A dónde iríamos a hacer pis o a defecar? ¿Y cómo nos desharíamos de esos residuos? ¿Las casas se convertirían en un lugar maloliente? Creo que la respuesta es mucho más simple: no habría casas de varios pisos. Y sin casas de varios pisos las ciudades serían pequeñas, malolientes y propensas a enfermedades.

¿Ha pensado que las enormes epidemias de tifus se debían a un alcantarillado y un sistema de agua sanitaria defectuosa? Y no solo de tifus, también el cólera y la disentería [6].

Es decir, la falta de electricidad nos lleva a ciudades pequeñas, alcantarillados propensos a transmitir enfermedades, y a terribles incomodidades para la vida cotidiana.

¿Ha pensado usted que sin electricidad la mayor parte de los campos regados serían imposibles? Claro que sí, habría algunos. Los sistemas de acequias existían antes de la electricidad, pero tan solo sirven para terrenos cercanos a las fuentes de agua. Pero las grandes extensiones actuales serían imposibles. Y el hambre inevitable.

He querido comentar tan solo las repercusiones inesperadas, pero también están las esperadas. Sin electricidad no habría ordenadores, ni teléfonos inteligentes, ni radio, ni televisión, ni hornos de microondas, ni … ni casi nada del mundo actual. ¿Pueden imaginar ustedes un mundo sin esas cosas? Es posible que alguno me eche en cara que eso afecta al primer mundo, pero no al tercero. Se equivoca. Hoy la radio y la televisión son el modo de informarse en cualquier lugar del mundo. Incluso en las aldeas más remotas de la India hay televisores y redes de telefonía móvil. Y las redes móviles están contribuyendo a cambiar drásticamente su modo de vida.

La electricidad es uno de esos descubrimientos científicos que han producido otros miles o millones de descubrimientos y cada uno de ellos es uno de los grandes premios de la lotería. La electricidad en sí, es el premio Gordo para la humanidad. Y no, señores decrecionistas, no. Ni solo se inventó en el primer mundo ni solo le afecta a él. La electricidad afecta a todos los habitantes del mundo. Y ha sido un extraordinario PREMIO GORDO.

Para acabar con los ejemplos, pues todo lo que he dicho hasta ahora no son nada más que ejemplos. Quiero hablar de la píldora anticonceptiva.

Los movimientos para que a la mujer se la considerase un ser humano con todos los derechos ha sido larga y con muchas ramificaciones. Empecemos por decir que la idea de que las mujeres no tenían alma ha sido un tema recurrente en la historia. Fue en el siglo V, en el concilio de Éfeso, cuando se llegó a la conclusión de que las mujeres sí tienen alma y reconocieron a María como la madre de Dios. [7]. Así que quizá, si nos olvidamos del presentismo, es posible que el cristianismo añadiera esa dimensión a la mujer.

No me cabe la menor duda de que la Inglaterra Victoriana (y sus equivalentes en toda Europa) fueron nefastas para la consideración de la mujer como una persona adulta y capaz de tomar sus propias decisiones. Quizá haya que estacar el movimiento de las «sin sombrero». La estúpida norma imperante en el imperio británico, y en casi toda Europa, era que una mujer decente siempre tendría que llevar sombrero. Como signo de rebeldía muchas mujeres empezaron a ir en público sin dicha prenda. Ese movimiento también llegó a España. Fue la generación del 27 la que hizo que muchas mujeres se quitaran el sombrero. Hablando de España, cabe destacar:

Ernestina de Champourcín, María Teresa León, Concha Méndez, María Zambrano, Rosa Chacel, Josefina de la Torre, Margarita Gil Roësset, Margarita Manso y Maruja Mallo

Historia. national geogrpHic. «las sinsombrero», la generación del 27 femenina

Después hubo infinidad de movimientos para tratar de conseguir, por ejemplo el voto de las mujeres.

Fueron decenas de movimientos y muchos años de rebeldía para lograrlo, pero, por fin se logró.

No fue un proceso lineal, hubo cientos de bifurcaciones. Me gustaría que nos detuviéramos un momento en 1951. El químico mexicano Luis Miramontes inventó la píldora anticonceptiva para prevenir el embarazo [8]. La píldora no se introdujo en Estados Unidos hasta 1960. Y a partir de ahí se difundió por todo el mundo.

¿Tuvo algo que ver la «píldora» en la liberación de la mujer? No voy a usar ninguna cita culta para defender que sí, que tuvo MUCHO que ver. Mi abuela (que era una revolucionaria muy adelantada a su época) tuvo cuatro hijos, y eso esa muy poco. Lo normal era tener más de cuatro. Mi abuela se ocupaba de la casa, de los niños, de guisar, de planchas, de coser, … ¿Se creen ustedes que le daba tiempo para nada más? A ella lo del no sombrero o cosas así le parecían tonterías, sus problemas eran mucho más pedestres: Antonio, ponte el abrigo. Pili, vete al colegio, …

Las relaciones sexuales eran peligrosas pues podían significar embarazo. ¿Y qué hacía una mujer con un niño? ¿Podía ir a la universidad? ¿Podía estudiar?

De ahí todos los tabúes relacionados con las relaciones sexuales antes del matrimonio, etc, etc.

La píldora lo cambio todo. La relaciones sexuales podían separarse del acto reproductivo. El sexo para el simple disfrute era posible. Sexo sin miedo. Sexo por placer. Por puro placer. El sexo reproductivo era otra cosa.

Hasta cierto punto eso igualó los papeles del macho y de la hembra. La mujer podía disfrutar del sexo como el hombre sin tener miedo al embarazo.

¿Creen ustedes que eso cambió las relaciones entre sexos para siempre? Yo creo que sí.

Ese cambio brutal fue debido a un hecho científico: la píldora. Y creo que ninguno de ustedes dudará de que ese cambio revolucionario se lo debemos a la ciencia.

Una vez más, el inventó fue en México, pero sus efectos son universales. La píldora y la ruptura entre del vínculo sexo-reproducción ha sido una de las mayores revoluciones de la historia. Fue uno de los premios gordos que la humanidad ha recibido de la ciencia.

Saber lo que es ciencia no es tarea fácil, pues no hay una definición estricta. Me atrevo a decir, que aquel maestro que pintaba escenas de caza en cuevas, para enseñar a sus jóvenes alumnos el comportamiento de los animales, para mejorar sus técnicas de caza, hacía ciencia. Había observado el comportamiento de sus especies de interés, dónde comían, dónde bebían, cuándo migraban, cuándo volvían… Eso era ciencia.

Escena de caza de ciervas. Pintura mural de la Cueva de los Caballos del Barranco de Valltorta, provincia de Castellón, en el este de España. De uso libre. Guardada en Wikimedia.

Darse cuenta de que cuando se tenía dolor de cabeza el chupar corteza de sauce calmaba el dolor, era ciencia.

Darse cuenta de que el nacimiento de niños, estaba relacionado con un acto sexual producido nueve meses antes, era ciencia.

Ha habido muchos científicos a lo largo de la historia, pero quizá establecer la ciencia como una tarea cotidiana para encontrar métodos de mejoras la vida de las personas, se la debamos a la Ilustración. Tal vez haya un precedente remoto en la «Biblioteca de Alejandría», pero es eso: remoto.

Establecer centros en los que la búsqueda sistemática del conocimiento era su razón de ser, fue fundamental en los avances posteriores. Me atrevo a decir que la ciencia como tarea habitual. El descubrimiento como razón de ser de muchos centros es una consecución de la Ilustración.

Desde que ese movimiento empezó lo avances han sido espectaculares. Por poner un solo ejemplo, la esperanza de vida en 1850 era de 42 años. Hoy supera los 80.

En España, uno de cada 67 partos terminaban en muerte en 1900.

Hoy ha disminuido el hambre en el mundo, y la violencia, a pesar de que dé la sensación de lo contrario o mejor dicho, que aumente la sensación de violencia es una prueba de que ha disminuido,… Permítanme que me explique. Lo habitual no es noticia. Las noticias son lo poco habitual. Si la violencia es lo habitual, casi nadie lo publica. No es noticia. Si se publica es que va siendo escaso. Hoy, como es muy escaso en comparación de los tiempos anteriores, se convierte en noticia.

Hoy vivimos más, más seguros y con más calidad de vida que nunca… Y eso se lo debemos a la ciencia organizada, a la ciencia sistematizada, que surgió con la Ilustración.

La Ciencia ha sido el premio Gordo más Gordo que ha tocado a la humanidad.


Bibliografía

[1] López, Alejandro J. Cómo la humanidad venció a la viruela, la única enfermedad erradicada gracias a las vacunas. Natinal Geographic en español. 16 de septiembre de 2021. https://www.ngenespanol.com/ciencia/como-la-humanidad-vencio-a-la-viruela-la-unica-enfermedad-erradicada-gracias-a-las-vacunas/

[2] Wikipedia. Entrada Eradication of infectious diseases. [Consultado 22 de diciembre de 2023]

[3] Cervera, César. El esperma de ballena, el valioso aceite que iluminaba el mundo antes de la electricidad. ABC, Madrid 15 de septiembre de 2021. El esperma de ballena, el valioso aceite que iluminaba el mundo antes de la electricidad (abc.es)

[4] Wikipedia. Entrada Historia de la fabricación de velas. https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_de_la_fabricaci%C3%B3n_de_velas [Consultado el 22 de diciembre de 2023]

[5] History Oasis. Entrada Daylight Saving Time. Benjamin Franklin’s Clocks: The History of Daylight Saving Time (historyoasis.com)

[6] Fundidora Monte de Sión. Entrada: El alcantarillado y su impacto en la salud. 15 de febrero e 2023.

[7] López, Alfred. Blog Ya está el listo que todo lo sabe. Entrada: Cuando se tenía el convencimiento de que las mujeres carecían de ‘alma’. Blogs de 20 minutos. https://blogs.20minutos.es/yaestaellistoquetodolosabe/el-alma-de-las-mujeres/

[8] México desconocido. La píldora anticonceptiva: un invento mexicano. La píldora anticonceptiva: un invento mexicano – México Desconocido (mexicodesconocido.com.mx)


Nota sobre fotos

Las fotos que se han utilizado, han sido realizadas por Félix Ares y Álvaro Ares y las licenciamos como Creative Commons . Attribution 4.0. International CC by 4.0. Puede usarlas, pero deben dar crédito a los autores y que se han sacado de la página https://felix.ares.fm

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