24 de enero de 2025
Aire es un gastrobar y restaurante que, entre otras cosas, ofrece un gastromenú, que fue el que nos decidimos a probar.

En la foto de arriba puede verse un pequeño cartel iluminado que nos dice lo que es el establecimiento.
Es curioso que el nombre tan sencillo (aire), pero escrito en minúsculas y con la «i» patas abajo sea tan eficaz. Nombre corto. Sencillo. Perfectamente legible y que identifica muy bien al establecimiento. Mis felicitaciones al diseñador del logo, aunque me permito una pequeña crítica, estamos en España, hablamos español, el segundo idioma más hablado del mundo, tras el chino mandarín, y nosotros ponemos «y» y no «&». No entiendo muy bien el «&». Ya, ya sé, antes de que nadie me diga que soy un ignorante (que lo soy) y que no sé de lo que hablo. El «ampersand» tiene su origen en el latín, donde «y» se escribía «et», si ponemos «Una E grande redondeada y una t pequeña», el resultado es
que ya vemos que es el ampersand.
Nos recibieron con amabilidad y profesionalidad. Lo primero que pedimos fue el vino. Como ya teníamos reservada mesa nos llevaron a ella.
Nos trajeron la carta de vinos. Elegimos un verdejo de Rueda. La marca LOESS de crianza con lías. Excelente. El sabor de las lías le da un toque muy interesante. (El vino no estaba incluido en el precio del gastromenú).
Como era de esperar en un restaurante de este tipo, la botella nos la pusieron en una heladera, a nuestro lado.
En la mesa me sorprendieron algunas cosas, que, sinceramente, no las había visto nunca.
Me costó entender que esa pieza «amorfa» y un tanto estrambótica, era para sujetar los cubiertos.
Tanto el soporte para los cubiertos como el recipiente de la derecha, que, de momento, no sabía para qué servía, resultaron ser sumamente interesantes. Resulta que es el soporte para el pan (nos dijeron algo de un pan con masa madre comprado en una panadería muy famosa de Málaga). Me resultó original e intrigante.
Después empezaron a parecer los distintos platitos que componían el menú. Todo raciones muy pequeñas, pero lo curioso es que al final quedamos bastante llenos. Tantas cositas pequeñas engañan. No voy a poner todas, tan solo unas pocas, para hacernos una idea de lo que ofrecen.
Les ruego que se fijen en la vajilla en la que nos han servido. No sé cómo definirla, pero me recuerda a la concha del caracol Murex (lo que en Andalucía se llama «cañaílla») del que los fenicios sacaron el color púrpura. Para mí la vajilla forma parte de la experiencia sensual de esta comida, que, además, hice con dos de las personas que más me importan.
Lo siguiente fue un «falso pionono». Ya saben ustedes que el «pionono» es un dulce que se inventó en Santa Fe por el pastelero Ceferino Isla González, como homenaje al para Pío IX, también conocido como Pío Nono.
Y tan falso. El pionono es un dulce y en este caso se trata de bizcocho, chorizo, miel de caña, crema de queso y yema curada. ¡Sorprendente y exquisito! Pero observen la vajilla. El gran plato con radios que llevan al centro, conducen nuestra vista al núcleo central. Es un espectáculo visual. Y, después, viene la sorpresa, te esperabas algo dulce y te encuentras chorizo. Sorpresa. Shock. Pero en la boca resplandece, con sabores que chocan, luchan y hay un gran vencedor: el chorizo.
El caviar le da un toque complementario. Anchoas curadas y caviar aportan sabores similares. El maridaje es estupendo.
Observen la vajilla. El plato está diseñado para ese snack. Lo he apartado para que se vea que el snack estaba en la ranura dejada para él. Sí, el snack estaba en el hueco rectangular. Pero no un rectángulo geométrico, sino un rectángulo orgánico. El plato es una obra de arte. El sencillo snack también. Al masticar las bolitas de caviar explosionaban con su sabor a pescado salado.
Como conclusión podemos decir que la atención fue excelente, cada plato nos fue explicado en detalle, aunque a mí se me han olvidado esos detalles. Tal vez cosa de la edad. Muchos platitos fueron sorprendentes. También es sorprendente que, a pesar de que las porciones eran minúsculas, al final uno queda satisfecho.
En cuanto al precio, juzguen ustedes mismos. Les pongo la factura para tres personas.
Ubicación
Avenida Pries 16
Málaga.
Teléfono: 952 609 489
El local es pequeño, es necesario reservar.
Vajilla
Como han podido ver, la vajilla es espectacular. Cada plato tiene su vajilla específica. Cuando nos dicen que la comida entra por los ojos, aquí es plenamente cierto. La vajilla forma parte de la experiencia gastronómica.
Cierre
Aire no solo es una experiencia gastronómica, sino un homenaje al diseño, al buen gusto y a los detalles.
Notas.
[1]
Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
De tapas y otras cosas por Fuengirola © 2024 by Félix Ares is licensed under CC BY-SA 4.0 . Debe indicarse que está creado a partir de una obra de felix.ares.fm
En esta ocasión he contado con la colaboración de Vero.
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