Taberna Ángel Sierra. Zona Chueca. Madrid

10 de abril de 2024

La bodega o taberna Ángel Sierra es casi un museo. Merece la pena una visita por sus instalaciones, sus botellas, sus cubas de roble, las pinturas del techo, los azulejos de la Cartuja de Sevilla… y por su magnífico vermú de grifo.

Uno de los amigos que me acompañaban conocía muy bien la taberna de Ángel Sierra y nos dijo que su vermú era excelente. Así que fuimos para allá y lo probamos. Me gustó. Me trajo recuerdos de sabores de otros tiempos. Sabores antiguos cuando lo tomaba con unas aceitunas. Me recordó una imagen similar a esta:

Viejos recuerdos de un vermú ahora difícil de encontrar, en un pueblo remoto en los montes astur-leoneses. Dibujo creado con ayuda de Copiloto de Microsoft.

Pero empecemos por el principio. Nada más ver por fuera el establecimiento te das cuenta de que conserva el estilo de las antiguas tabernas de Madrid y que está muy bien cuidado. Está casi en la plaza de Chueca.

Así se ve la plaza de Chueca desde la Taberna de Ángel Sierra.
Taberna Ángel Sierra. Todo está perfectamente cuidado. A la izquierda la calle San Gregorio. A la derecha la calle Gravina. En la esquina, en madera, se habla de tapas y de Vermú.

El vermú (ellos lo escriben vermouth) de esta taberna tiene fama. En algunos sitios se ha dicho que el mejor de Madrid [1]. A mí me gustó.

Otro aspecto de la taberna Ángel Sierra.
Aspecto del interior. En las pizarras podemos ver, en la de la izquierda «Canapés y Montados» y en la de la derecha «Conservas».
Barricas de roble y botellas.
Llaman la atención las botellas cubiertas de polvo de decenas de años, las fotos antiguas y los vitrales con los escudos de Castilla y León.
Vitrales con los escudos de Castilla y León.
Botellas con polvo de decenas de años.

Las propias botellas tienen historia. Por ejemplo, en la hilera de arriba vemos una botella que tiene una cruz blanca en fondo rojo, se trata de cerveza de marca «Cruz Blanca», un poco más a la derecha se ve una botella de Cruz Campo con Gambrinus en rojo. En la fila de abajo hay brandis y manzanillas. Por ejemplo, el famoso «103» de Bobadilla.

Los techos tienen unas pinturas interesantes. Por desgracia, por la noche, la iluminación hace que sacar una foto sea muy difícil. Quizá tan solo por poder ver las pinturas merezca la pena volver otro día, con luz solar.

Detalle de la pintura del techo.

Atención

En todos los sitios que referencio me suele gustar decir qué tal fue la atención. En este caso, no puedo decirlo, pues en todo momento el amigo que conocía el bar y conocía a los camareros, fue el que pidió y el que nos trajo las bebidas y las tapas. A mi amigo le doy un 10, pero no sé qué nota dar a los camareros del local.

Bibliografía

[1] Página web de la taberna Ángel Sierra. Taberna de Angel Sierra


Nota sobre fotos

Las fotos que se han utilizado, han sido realizadas por Félix Ares y Álvaro Ares y las licenciamos como Creative Commons. Attribution 4.0. International CC by 4.0. Puede usarlas, pero deben dar crédito a los autores y que se han sacado de la página https://felix.ares.fm

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Vagabundeando por Madrid, zona Malasaña.

10 de abril de 2024

Al pasear por Madrid, a veces, te encuentras con establecimientos que se anuncian de una forma ingeniosa o, al menos, sorprendente.

En nuestra entrada anterior (Restaurante «Ultramarines del Coso», zona Malasaña, Madrid. | De tapas y otras cosas por Fuengirola (ares.fm)) terminamos de cenar en «Ultramarines del Coso» y nos dirigíamos a tomar unas copas a la «Taberna de Ángel Sierra», pero en el camino, vi algunas cosas que me llamaron la atención.

La primera fue el anuncio en una tienda de comestibles:

El anuncio dice: B100. Buscamos a las 4.000 primeras personas que quieran vivir 100 años, ¡o más!

Resulta que es el anuncio está en una tienda de comestibles. Me ha sorprendido, pero tampoco he tenido tiempo de indagar mucho más. Simplemente que B100 es una tarjeta de crédito.

Al llegar a la «Casa Baranda» nos encontramos con otro simpático anuncio:

Las bravas más bravas de Madrid.

Me gustaría probar esas bravas. Aunque a lo peor me arrepiento, pero lo más picante que he comido fue en Tailandia, hace 46 años.

Antes de llegar a nuestro destino pasamos por «Pollofre», que por lo que se ve deben vender pollos cocinados.

El anuncio era este:

Fachada de «El PolloFre».

A la izquierda se ve el simpático (al menos a mí me lo pareció) anuncio:

El Pollofre. Se buscan tragonxs, no hace falta experiencia.

El anuncio me ha parecido simpático, aunque tal vez esa x en tragonxs me resulte demasiado woke para mi gusto.

En fin, nuestra próxima parada será la Taberna de Ángel Sierra.


Nota sobre fotos

Las fotos que se han utilizado, han sido realizadas por Félix Ares y Álvaro Ares y las licenciamos como Creative Commons. Attribution 4.0. International CC by 4.0. Puede usarlas, pero deben dar crédito a los autores y que se han sacado de la página https://felix.ares.fm

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