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Viaje a la provincia de Ciudad Real. (11): Visita a Campo de Criptana (Ciudad Real).

El día 1 de mayo empezamos una excursión de cinco días, organizada por Juan Alcaraz, para conocer la provincia de Ciudad Real. En esta entrada comentaré nuestra visita a Campo de Criptana (Ciudad Real).

3 de mayo

Estábamos en «El Toboso». Montamos en autobús y, tras un breve recorrido, llegamos a «Campo de Criptana»:

Ruta desde «El Toboso» a «Campo de Criptana». Mapa gentileza de Google Maps.

Los que me siguen (qué optimista soy, pienso que tengo seguidores), saben que me gusta indagar en la etimología, es decir, en el origen de los nombres, en eset caso de los pueblos y de ciertos accidentes geográficos. Con «Campo de Criptana» tengo un problema, veo perfectamente lo que significa Campo, pero «Criptana» me suena a una ciudad oculta, «Críptica», o a una ciudad dedicada a la criptografía en redes digitales. Ninguna de las dos cosas me parecen muy realistas, así que he ido a «Copilot» de Microsoft y me ha dicho algo muy coherente:


El nombre de Campo de Criptana tiene sus raíces en la historia medieval de la región. Originalmente, el área estaba compuesta por varios asentamientos, entre ellos uno llamado Chitrana, que fue cedido en 1162 por la Orden de San Juan al caballero mozárabe toledano Miguel Assaraff para su repoblación. Con el tiempo, este asentamiento se fusionó con otros cercanos, formando lo que hoy conocemos como Campo de Criptana.

Claro que esto me lleva a otro problema, ¿de dónde viene el nombre de Chitrana? Lo único que he encontrado es que es una palabra que viene del sánscrito y que significa brillante [1]. Muy interesante, pero no me lo creo. En la página de Celtiberia.net [2] hacen una aproximación entre Gitano, gitana, chitana y chitrana. El problema es que los gitanos llegaron a la península ibérica en el siglo XV y se llamaba Chitrana en el siglo XII. Así que, lamentándolo mucho, no tengo ni la menor idea de dónde procede el nombre de Chitrana.

Hoy en día el «Campo de Criptana» es famoso por sus molinos de viento, a los que hizo mundialmente famosos la obra de D. Miguel de Cervantes, «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha».

Algunos molinos de viento de «Campo de Criptana».

En esta imagen, si nos fijamos bien, hay dos molinos con el tejado negro y cuatro con tejado gris. Los de tejado negro son originales, los grises son reconstruidos. Me ha gustado mucho esa iniciativa de diferenciar los originales de los reconstruidos. Un punto para el ayuntamiento de «Campo de Criptana».

Me acerco para ver uno de los originales.

Molino de viento origial.

El molino, normalmente se usaba para moler trigo y conseguir harina. El mecanismo es complejo. Este tipo de molinos aparece en el siglo XI en Europa. Antes había molinos de viento, pero eran muy distintos.

En esta fotografía no vemos las telas que hacían de vela para que el molino se moviera.

El molino no era solo la estructura de ladrillos y la curiosa cúpula, que es giratoria. Para mover la cúpula y pararla en un sitio adecuado, los molinos tienen un gran «mástil» y en el suelo hay un trípode de madera o unos bloques de cemento (o piedra) para poder fijarlo.

Molino con el «mástil» con el que se hace girar el techo, para poner las aspas de frente al viento.
Ek mástil con su trípode para fijarlo en el suelo.
Aquí se ve muy bien, el trípode del mástil y una piedra.

Creo que las piedras y las rayas en el suelo, señalaban los vientos más habituales. Pero he dicho «creo», no estoy seguro.

El mástil entrando en el tejado giratorio.
El mástil en el lado contrario de las aspas.
Detalle del eje de las aspas.

En toda la zona hay diez molinos. Tres de ellos, los llamados Sardinero, Burlero e Infanto, conservan su maquinaria original.

Tuvimos la suerte de poder entrar en el «Infanto» para ver la maquinaria.

Molino «Infanto».

Hay que subir por unas escaleras bastante empinadas.

Escaleras para subir a la maquinaria.
Muelas y engranajes.

Las muelas son las que machacan el grano. Se mete el grano par arriba y la harina se recoge en el piso de abajo.

Voy a ver en detalle los engranajes.

Engranajes de madera.
Detalle del engranaje.

Para que el techo no se mueva, no solo está el mástil, también hay unos frenos dentro.

Anclajes del tejado.

El molino llamado «El Culebro» alberga un museo dedicado a Sara Montiel. Con Sara Montiel coincidí en un debate en TVE y mi recuerdo es agradable. Hablaba muy bien, pero esa es otra historia.

Planta baja de «El Culebro». Sara Montiel, la estrella.
Busto de Sara Montiel en el segundo piso.

Entre los molinos hay algunas flores interesantes, por ejemplo estas amapolas.

Amapolas entre los molinos.
Amapolas.

Tras ver los molinos en haber entrado en dos de ellos. En uno, «el Infanto», para ver la maquinaria y en «el Culebro» para ver el museo de Sara Montiel.

De allí nos fuimos a comer una comida típica manchega en el restaurante Mirasol.


Notas

[1] Página nameslook. Entrada: Significado, Pronunciación y Popularidad de Chitrana. https://es.nameslook.com/chitrana


Nota sobre fotos

Las fotos que se han utilizado, han sido realizadas por Félix Ares y Álvaro Ares y las licenciamos como Creative Commons. Attribution 4.0. International CC by 4.0. Puede usarlas, pero deben dar crédito a los autores y que se han sacado de la página https://felix.ares.fm

Creative Commons License

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Viaje a la provincia de Ciudad Real. (10): El Toboso (Toledo).

El día 1 de mayo empezamos una excursión de cinco días, organizada por Juan Alcaraz, para conocer la provincia de Ciudad Real. En esta entrada comentaré nuestra visita al pueblo de Dulcinea del Toboso (Toledo).

3 de mayo

Dulcinea del Toboso es un personaje ficticio de la obra de Cervantes «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha». En el libro hay muchas menciones a Dulcinea y muchas al Toboso, algunas no demasiado halagüeñas.

En el Quijote, en el Capítulo I de la primera parte [1], podemos leer:

¡Oh, cómo se holgó nuestro buen caballero cuando hubo hecho este discurso, y más cuando halló a quien dar nombre de su dama! Y fue, a lo que se cree, que en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él un tiempo anduvo enamorado, aunque, según se entiende, ella jamás lo supo ni le dio cata dello. Llamábase Aldonza Lorenzo, y a esta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla «Dulcinea del Toboso» porque era natural del Toboso: nombre, a su parecer, músico y peregrino y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto.

Aunque es un personaje ficticio, en «El Toboso» han decidido darle protagonismo e incluso han creado una «casa de Dulcinea». Lo que han pretendido es mostrar cómo sería una casa de un hidalgo en la época que describe el Quijote. Fuimos a visitarla y me resultó bastante interesante.

Quizá convenga explicar dónde está «El Toboso». Para ello, lo primero será mostrar la ruta que seguimos.

Ruta Ciudad Real hasta El Toboso. Mapa gentileza de Google Maps.

Ya sabemos que en toda La Mancha las referencias al Quijote son constantes. El Toboso no es una excepción. Lo primero que nos encontramos al entrar en el pueblo es una escultura en chapa de hierro del famoso caballero.

En El Toboso no podía faltar una calle dedicada a D. Quijote:

Calle Don Quijote en El Toboso.

A mí me llama la atención el nombre de «El Toboso», ¿de dónde vendrá ese nombre? He indagado un poco y parece ser que dos opiniones, la de los que piensan que viene de un cardo, «cardo toba» nombre vulgar del Onopordun acanthium [2]. La otra hipótesis es que viene de la piedra «toba» que es abundante en esta localidad. Me gusta más la idea del cardo. En ese caso, El Toboso sería algo así como lugar con cardos. Me parece oportuno.

Las puertas antiguas de madera, que llevan en sus grietas viejas historias cargadas de tiempo, y sus aldabas siempre me han gustado. No pude resistir la tentación de sacar esta foto:

Puerta de madera maciza y aldaba.

En nuestro paseo hacia la casa de Dulcinea pudimos ver la torre de la iglesia de San Antonio Abad, del siglo XV, aunque no fuimos a verla, pues nuestra ruta iba por otros lugares.

Calle típica de El Toboso. Arriba la torre de la iglesia de San Antonio Abad, siglo XV.

Poco después llegábamos al Museo-Casa de Dulcinea del Toboso.

Museo Casa Dulcinea del Toboso.

En la página de cultura de Castilla-La Mancha, al respecto de este museo-casa, podemos leer [3]:

Este museo se alberga en un edificio que mantiene parte de su estructura original del siglo XVI, y a pesar del tiempo transcurrido y las alteraciones experimentadas a lo largo de los siglos conserva en líneas generales los caracteres de la casa manchega de un hidalgo con sus diversas dependencias: molino, bodega, patios, corrales, pozos, etc.

Entrada. Puerta, techo, patio.

La casa tiene un gran patio interior alrededor el cual hay diversas dependencias.

Interior de la Casa de Dulcinea.
Otro patio, más pequeño.

A un lado del patio, bajo techo, hay un carro antiguo:

Típico carro de la época de El Quijote.

Es interesante observar los radios de la rueda, la llanta de hierro. El centro de la rueda, donde gira el eje, que es metálico, …

Otro carro.

Me llamó enormemente la atención el lagar, aunque me temo que las fotos no hacen justicia a las piezas que lo componen.

Ese enorme trozo de madera forma parte de la prensa para uvas. Son muchos metros de madera.

Manejar una viga de esas dimensiones y con un peso muy grande no debía de ser nada sencillo. Tenemos la imagen de que el vino se hacía prensando las uvas con pies, pero aquí tenemos una imagen muy distinta. Las uvas se prensaban con un instrumento muy sofisticado.

Detalle de la columna movida por un «tornillo» de madera.
Detalle de la rosca.
Detalle de cómo baja la palanca de madera para presionar sobre las uvas.
Vista de palanca y mecanismo para descender y prensar las uvas.
Otra vista de la palanca.
En ese recipiente es donde están las uvas.

Al lado de la impresionante prensa hay un caballo de madera, como homenaje a Clavileño [3]:

Clavileño es el nombre del caballo de madera con el que unos duques gastan una broma a Don Quijote y Sancho Panza en la segunda parte, capítulos XL y XLI de la novela de Miguel de Cervantes.

El «clavileño» de la Casa de Dulcinea.

En la casa hay un palomar.

Además de lo ya visto, hay un museo con instrumentos de uso común, sobre todo de cocina, de la época.

Cocina y mesa donde comían.

Me voy a acercar a la parte de arriba y a la de abajo, para ver los detalles.

Abajo está el fuego en el que se cocina. Arriba, diversas vasijas típicas.
La cocina. Lo que hay abajo.
Diversas vasijas. Arriba se ven recipientes de medidas.

Voy a acercarme a los recipientes de medidas.

Recipientes de medida.
Utensilios de cocina.

En una esquina hay un candil. Ese tipo de candiles los usaban en las minas, pero aquí aparece en la cocina.

Candil.

Era habitual que en las casas de los hidalgos se hiciera queso. En la casa de Dulcinea, están los instrumentos típicos de fabricarlo.

Instrumentos para hacer queso.
Los dos elementos de la derecha son los moldes para el queso.

También hay unos ejemplos de cómo eran las habitaciones.

Una cosa que me ha llamado la atención ha sido ver en una habitación un retrete. Una silla almohadillada, con un gran hueco. Las deposiciones caían a un recipiente que, después, se quitaba y limpiaba.

Retrete.
Cama.
Calentador de cama.

El calentador es curioso. La estructura de madera entra y sale de la cama. En su parte baja tiene un brasero.

En la habitación suele haber baúles. Algunos de ellos con un sistema de cierre realmente complejo.

Baúl. El mecanismo de cierre, como puede verse, es realmente complejo.
Instrumentos para hacer encajes de bolillos.

En la esquina de una habitación había una preciosa talla de madera de la Virgen con el Niño.

Virgen con el Niño en una de las habitaciones.

Tienda de souvenirs

Muy cerca de la Casa de Dulcinea hay varias tiendas de souvenir. Entré en una de ellas

Don Quijote en una puerta.
Me ha sorprendido que vendan estas tarrinas con lo que ellos llaman «titos» son semillas de Almorta.

De las almortas se hace harina que se suele usar en las gachas manchegas y de otras muchas cosas, por ejemplo, como espesante de sopas, salsas y guisos; también en panadería y reposterepostearíaria.

Entre los «souvenirs» también hay quesos. Ya sabemos que los quesos de la Mancha son muy famosos. Aquí, en el Toboso, los podemos comprar.

Queso manchego.
Queso manchego.

Me llamó la atención el «ajo negro».

Ajo negro.

Tras estas compras volvimos al autobús y nos dirigimos a Campo de Criptana.


Notas

[1] Centro Virtual Cervantes. Clásicos hispánicos > Don Quijote > Edición. Primera parte > Capítulo I (2 de 2). https://cvc.cervantes.es/literatura/clasicos/quijote/edicion/parte1/cap01/cap01_02.htm

[2] Wikipedia en castellano. Entrada: Onopordum acanthium. https://es.wikipedia.org/wiki/Onopordum_acanthium [Consultado el 15 de septiembre de 2024]

[3] Wikipedia en español. Entrada: Clavileño. https://es.wikipedia.org/wiki/Clavile%C3%B1o [Consultado 15 de septiembre de 2024]


Nota sobre fotos

Las fotos que se han utilizado, han sido realizadas por Félix Ares y Álvaro Ares y las licenciamos como Creative Commons. Attribution 4.0. International CC by 4.0. Puede usarlas, pero deben dar crédito a los autores y que se han sacado de la página https://felix.ares.fm

Creative Commons License

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