Hace ya mucho tiempo que nos habían hablado muy bien de Villalba, pero no habíamos ido por varios motivos, uno de ellos que se escapa del ámbito principal de este blog: Fuengirola. Villalba no está en Fuengirola sino el Las Lagunas, Mijas. Pero tan cerca de la frontera que bastan unos pocos pasos para llegar a él.
Antes de ir visité TripAdvisor para ver que decían del mismo y la mayoría lo calificaban de normal.
Tras ir a él tengo que discrepar no es normal, tiene una relación calidad/precio extraordinaria. ¿Entonces por qué nuestra opinión difiera de la de la mayoría? No lo sé, pero quizá se trate de saber donde se enfoca. ¿En el local? ¿En la comodidad y tranquilidad del lugar? ¿En la amabilidad? ¿En la cocina?…
Para que no haya confusión trataré de describirlo. Villalba es un bar-resturante de barrio. Con ello quiero decir que no es elegante y que no tiene una estrella Michelín.
Dentro el bar está separado del comedor y tiene terraza en la acera como otros cientos de establecimientos en Fuengirola-Mijas.
Dentro, hay unas mesas estándares de los restaurantes de barrio, con los manteles estándares. Sillas estándares.
Nosotros llegamos cuando no había gente y nos pusimos en un rincón, para tener el menor número de vecinos posibles. Fue un tremendo error. Mientras éramos pocos, se estaba estupendamente, pudimos hablar, etc. Pero cuando se llenó –y parece ser que tiene tanta demanda que se llena siempre–, el ruido se hizo bastante insoportable. Entonces nos dimos cuenta de que ni en las paredes ni en el techo hay paneles acústicos. Y entonces pensamos que si nos hubiéramos puesto más hacia la calle, o incluso en la terraza de la acera hubiéramos estado mucho mejor.
Así que establezcamos el primer punto: restaurante ruidoso si se llena de gente.
Nada más llegar nos trataron con enorme amabilidad y una gran sinceridad. Por ejemplo, pedimos una ración de pulpo a la gallega y a mi se me ocurrió preguntar si estaba bien hecha al estilo gallego y me dijeron que estaba muy bien, pero que no llegaba a la calidad de Galicia. Después comprobé que aquello era discutible, en Galicia no lo hacen mucho mejor. Pero ya llegaré a ello.
PERSONAL: AMABLE Y SINCERO
Y pasemos a lo que nos llevó al restaurante, la comida. Decidimos comer de raciones. Los precios de las mismas son:
Pero vamos a ver unas pocas. La primera el pulpo a la gallega:
Ya ven que se trata de un gran plato de pulpo. Estaba en su punto, ni blando que parece moco ni duro: al dente.Las patatas no eran cachelos, pero sí que eran patatas nuevas como exige la tradición.
Eché de falta la sal gorda, tenía poca. A mí me parece que la sal gorda es decisiva en el pulpo a la gallega, pero la camarera nos explicó que lo hacían para no pasarse. El cocinero pone poco y después cada uno añade lo que quiera. La explicación es correcta, pero si hemos de ser consecuentes con la tradición gallega, les faltaba un poquito de sal gorda. Por lo demás, tan bueno como es las pulperías de la Ría de Ares. Y la relación calidad/precio magnífica.
A la vez pedimos unas gambas:
La ración que pueden ver 6,90€
Estaba realmente sabroso. Nada que envidiara los «Fish & chips» británicos. Ración 6,90€.
No todo fueron raciones de pescado. También pedimos una ensalada mixta:
Las ensaladas, de atún, de caballa, salpicón de marisco, ensaladilla rusa, etc. eran de 4,90€
Las patatas bravas o ali-oli 2,90€
También pedimos carnes.
Nosotros pedimos Plato de los montes: Lomo, pimientos, huevo y patatas: 4,90€. Vean lo que nos pusieron:
Quizá el lomo no se vea muy bien; una vez partido, para que se vea por dentro, nos encontramos con:
Y todo ello por 4,90€.
Ni que decir tiene que todo ello estuvo acompañado de un vino:
CONCLUSIÓN
No puedo estar de acuerdo con TripAdvisor. No es normal. Es un restaurante de barrio, para ir con la familia, con una relación calidad/precio extraordinaria. Bien cocinado, bien servido, bien presentado y magnífico precio.
La acústica deja mucho que desear, pero es de fácil arreglo.
No me sorprende que hay que ir con cita previa. Sin ella es muy difícil encontrar sitio.
UBICACIÓN
Al lado de «El Corte Inglés». Si nos situamos enfrente de la puerta principal de «El Corte Inglés», no la de Hipercor, sino la del Corte. Detrás tenemos la autovía. La fachada del Corte Inglés es paralela a la autovía. A la izquierda hay una calle. Vamos hacia el lado contrario de la autovía y en muy pocos metros nos encontramos con Villalba.
Marisqueria Villaba
Calle Santa Gema, 11 Edificio Fray Leopoldo, 29650 Mijas, España
647938571
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