El día 6 de diciembre iniciamos un viaje de cuatro días, organizado por Juan Alcaraz. El centro de nuestras actividades estaba en un hotel de Vera. Desde allí vimos muchas cosas muy interesantes. Iré contándolas poco a poco. En esta entrada hablaré de nuestra última comida en el hotel Adaria Vera.
El hotel Adaria Vera, para las comidas, tanto desayuno, como almuerzo o cena, nos ofrecía bufé libre. En otras entradas de este diario he hablado de algunos aspectos concretos de ese bufé. Como hoy es la última comida, quiero mostrar algún otro detalle, sin ánimo de ser exhaustivo.
En el restaurante había una zona dedicada a platos recién hechos calientes.
Zona de platos calientes recién hechos.
En esta zona solía haber platos tales como filetes, pescados fritos, paellas, fideuá, etc.
Hoy había, entre otras cosas, algo que voy a llamar arroz negro con calamares. Ignoró si tendrá otro nombre.
Paellera con arroz negro y calamaritos.Detalle el arroz negro.Espaguetis.Ternera estofada.Zanahorias asadas.Enalada mixta.
A veces no era fácil identificar lo que era. Por ejemplo, en la siguiente foto, podrían ser trozos de pollo empanado, o merluza, u otras muchas cosas. Por suerte, encima de la bandeja había unos letreros indicando lo que eran: se trata de mini-san Jacobos.
Mini-san Jacobos.
Letrero mini-San Jacobos.
También había una sección de postres.
Postres
Postres.
Sinceramente, no sé lo que es.
Al poner estas fotos, de repente, he pensado en la cantidad de personas que tienen que haber estado trabajando en el hotel para poder ofrecernos estas comidas. Y, sobre todo, he pensado en el equipo de cocineros que, al menos para mí, la mayor parte el tiempo pasan desapercibidos. Los camareros, como están presentes, los tenemos más en cuenta, pero la mayoría de las veces los cocineros pasan desapercibidos y, sin embargo, son los personajes más importantes en lo que se refiere a las comidas.
Desde este humilde diario quiero rendirles homenaje. ¡Gracias por vuestro crucial trabajo!
Aspecto general del bufñe libre.Otra vista del bufé.
Por las mañanas había café.
Máquinas de café y microondas.
Las mesas en las que teníamos que sentarnos estaban señalizadas con su correspondiente cartel.
Cartel del grupo Alcaraz (el nuestro).
Durante cuatro días hemos disfrutado de su hospitalidad. Rara vez hemos tenido que acudir a los camareros, puesto que se trata de un bufé libre, pero las veces que le hemos hecho siempre nos atendieron con amabilidad y profesionalidad. Si no me equivoco, pedimos algunas cosas al «maitre» que nos atendió rápidamente y con una sonrisa.
Ya nos íbamos. Era el momento de agradecer los servicios prestados.
Ubicación
Como ya he dicho en otras entradas, el hotel Adaria Vera está en:
Tal el almuerzo nos montamos en el autobús rumbo a Fuengirola, pero tuvimos que hacer alguna parada intermedia. De ellas hablaremos en la siguiente entrada.
El día 6 de diciembre iniciamos un viaje de cuatro días, organizado por Juan Alcaraz. El centro de nuestras actividades estaba en un hotel de Vera. Desde allí vimos muchas cosas muy interesantes. Iré contándolas poco a poco. En esta entrada hablaré de una rápida visita a «Garrucha».
La distancia desde el hotel Adaria Vera hasta el puerto de «Garrucha» es de tan solo 3,6 km.
Ruta desde el hotel Adaria Vera hasta el puerto de Garrucha.
Tengo que reconocer que el nombre del pueblo, Garrucha, me llamó la atención. Me sonaba «Garrocha» en Gerona y me sonaba a toros. En su día, mi padre fue empresario que organizaba corridas de toros en pueblos remotos. Recuerdo haber ido con él a varias de dichas corridas, y recuerdo la palabra «Garrocha». Mi recuerdo era muy vago, así que he tenido que recurrir al buscador Brave [10], que tiene una buena Inteligencia Artificial, para qué me recuerde lo que era. Lo hago y me responde, con una entrada del diccionario de la RAE:
f. Vara para picar toros, de cuatro metros de largo, cinco centímetros de grueso y una punta de acero de tres filos, llamada puya, sujeta en el extremo por donde se presenta a la fiera. Se emplea especialmente en el acoso y derribo, a caballo, de reses bravas y en faenas camperas de apartado y conducción de ganado vacuno.
O sea, que la garrucha es ese palo largo que llevan los picadores.
La pregunta que vino entonces a la cabeza fue, ¿y qué tiene que ver la garrucha de los picadores con un pueblo y un puerto de Almería? Una vez más acudo a la IA de Brave y su respuesta es esta:
El nombre de la localidad de Garrucha en Almería tiene una etimología incierta. Según investigaciones, el término «Garrucha» podría derivarse del íbero «garr-utx-a», que significa «peñas quemadas». Sin embargo, también se ha propuesto que la palabra «Garrucha» es una variante de «carrucha» (polea), que a su vez proviene de «carro». Este origen se relaciona con la idea de que este objeto pudo haber sido utilizado para transportar las cargas de los barcos, aunque no hay una confirmación clara de esta teoría.
La primera mención histórica de estas tierras data del siglo XIV, cuando era conocido como Almorac, un nombre nazarí.
Al margen del origen del nombre, el caso es que el autobús nos dejó en el aparcamiento del puerto de Garrucha.
Cartel del puerto Garrutxa.
Tomé fotos el lugar, pues era aquí donde nos recogería el autobús, para ir a almorzar.
Esta foto era para saber volver al punto donde nos dejó el autobús. 1 es el bar «El Almejeros». 2 es el cartel anuncio del puerto de Garrocah. 3 Nuestro autobús. Y las caras borradas sonn las de algunas de las personas que venían con nosotros en este viaje. Personas excelentes, pero de las que no puedo mostrar su cara pues no tengo su consentimiento.
Desde ese punto, mirando hacia el este, se veía una estatua de la Virgen que parecía imponente. Nos acercamos a verla.
Virgen del Carmen. Puerto de Garrucha.
Virgen del CarmenVirgen el Carmen
Desde allí mismo, teníamos una vista preciosa de la playa de Garrucha.
La Virgen del Carmen es uno de los símbolos más representativos de la localidad. Esta escultura es una copia hecha por el escultor Roberto Manzano [1]. La escultura original es de Sebastián Herrera Barnuevo [3] y se conserva en el Museo Nacional del Prado en Madrid [2].
La playa no es de arena fina, parece que tiene piedras. Pero la belleza es indudable.
Ya habíamos dicho que al lado mismo el autobús había un bar que se llamaba «El Almejero», nos paramos en él para tomar unas bebidas.
Bar Restaurante «El Almejero»Interior del bar restaurante «El Almejero»
Aunque sé que no me conviene, me apetecía un «tinto de verano» y eso fue lo que pedí.
Tinto de verano en el bar «El Almejero» e Garrucha.
Empezamos a pasear por Garrucha, con destino al faro. Nos encontramos con una escultura de la Asociación de Donantes de Sangre de Almería.
Escultura de la Asociaicón de Donantes de Sangre de Almería.
Si no entiendo mal el simbolismo, lo que muestra son dos manos que sujetan una gota de sangre [4].
Me parece muy buena idea dedicar un monumento a esas personas que donan sangre voluntariamente. Estoy seguro de que su generosidad ha salvado infinidad de vidas. ¡Gracias!
Damos unos pasos hacia el norte, donde hemos visto algo que parece un faro. Digo que parece porque realmente no lo es. Es un elemento decorativo del restaurante «El rincón el puerto».
Restaurante «El rincón el puerto».
Una vez llegados ahí, dimos media vuelta y fuimos hacia el sur. Nos encontramos con un monumento al pescador.
Monumento al pescador.Detalle del monumento al pescador.
Este monumento fue inaugurado el 13 de abril de 1991, como homenaje a los pescadores y marineros que fundaron Garrucha. Es obra de María de los Ángeles Lázaro Guil. La piedra es mármol blanco [5].
Allí mimo hay un bar que se llama «El Birra». Nosotros no tomamos nada, pero una de las personas que venía con nosotros nos dijo que había estado varias veces y que era muy bueno. Yo no lo sé, pero esa persona suele acertar con mis gustos.
Restauarante «El Birra». Gambas de Garrucha y pescados de la zona.
La pizarra con sus anuncios. Observen Caña más tapa 2 €.
Llegamos a la playa Garrucha. Y allí me llamó la atención un grupo de árboles en mitad de la playa.
Árboles en mitad de la playa.
En el paseo, al lado de la playa, vemos otro anuncio de cerveza grande más tapa a 2 €. Parece una interesante oferta.
Copa grande de cerveza más tapa 2 €.
Muy cerca del ayuntamiento nos encontramos con una ancla, usada como decoración.
Ancla, enfrente del Club Marítimo.
Ermita de la Virgen del Carmen
En la plaza Pedro Gea, donde está el ayuntamiento, hay un monumento con temas marineros, pero no he logrado saber más.
Monmumento de la plaza Pedro Gea. Observe a la derecha una ermita. Está dedicada a la Virgen del Carmen.
Nos acercamos a la ermita.
Ermita de la Virgen del Carmen en Garrucha.
Se trata de una iglesia muy sencilla. De estilo colonial, que fue consagrada en 1951.
Interior capilla (ermita) Viregen del Carmen Garrucha.
Si nos acercamos al altar, vemos que alrededor el arco, hay pinturas. Se trata de frescos de Manuel Muñoz Barberán.
Frescos de la ermita de la Virgen del Carmen. Garrucha.Detalle del fresco de la ermita de la Virgen del Carmen en GarruchaDetalle del fresco de la ermita de la Virgen del Carmen en Garrucha
Retablo central. Arriba, la cúpula.
En una de las paredes hay lo que parece un pendón rociero. No he logrado encontrar más datos sobre el mismo.
¿Pendón rociero?
En la iglesia hay un Viacrucis [11] con catorce estaciones. Muestro dos de ellas.
Estación IV del ViacrucisEstación XII del Viacrucis
Imagen de Cristo crucificado.
Virgen del Carmen.
Con la imagen de este bello estandarte de la Virgen el Carmen, dejamos la ermita y seguimos nuestro paseo.
El puerto
Si desde el malecón, cerca del ayuntamiento, miramos hacia el monumento a la Virgen del Carmen, que fotografiamos más arriba, vemos que la estatua está en mitad del puerto comercial. El puerto de Garrucha es multifuncional, es comercial, pesquero, deportivo y en él también está el barco de la Sociedad de Salvamento Marítimo [6].
Monumento a la Virgen del Carmen, en mitad del puerto comercial.Vista del puerto desde la playa de Garrucha.
El puerto de Garrucha se construyó en el siglo XIX para el transporte de la plata, hierro y plomo extraídos de la Sierra Almagrera. Con lo que se convirtió en un importante centro de tráfico marítimo. Poco a poco también se convirtió en un relevante puerto pesquero. Y, por fin, al convertirse en puerto deportivo ha sido un gran aliciente al turismo.
Así que el puerto representa un lugar muy significativo de la economía de Garrucha [7].
Paseo por el malecón y parada a tomar un refrigerio
Ya regresando hacia el punto de recogida el autobús, por el malecón, pasamos al lado de la estatua dedicada al poeta Antonio Cano Cervantes [8].
Estatua de Antonio Cano Cervantes.Estatua de Antonio Cano Cervantes.
Unos pasos más adelante nos encontramos con el Mesón del pescador y decidimos sentarnos.
Mesón del Pescador. Bar Restaurante «La Trampa». Garrucha.
Servilleta del «Mesón del Pescador»
Pongo la servilleta porque en ella se ve la ubicación, sus especialidades y el teléfono:
Ubicación: Paseo del Malecón, 104.
Teléfono: 950 46 05 83
Pedimos unas bebidas, concretamente una caña de cerveza y vino blanco. Nos preguntan qué tapa queremos y nos dicen que miremos en la barra las que hay. Elegimos una sardina frita.
Caña y vino blanco.
Una tapa. sadina frita.Otra tapa: calamares rebozados.
La terraza del mesón.
Pedimos alguna cosa más y les nuestro otra tapa:
Tapa: albóndigas.
El precio de la cerveza especial con la tapa es de 2,20 €. El vino blanco de rueda: 2,50 €.
Los camareros muy atentos y serviciales. Un lugar al que se puede volver.
Vuelta al autobús
Desde allí nos fuimos al bus. Lo cogimos y, al pasar por el ayuntamiento, nos dimos cuenta de que detrás estaba el faro, el auténtico faro de Gurrucha.
El faro e Garrucha. Como la foto está sacada desde dentro del bus, no he podido eliminar los brillos.
Este fue el auténtico faro de Garrucha y digo fue, pues, desde el 20 de septiembre de 2021, está apagado, tras 140 años de dar servicio [9].
Un ratito después estábamos en el comedor del hotel Adaria Vera, pero de eso hablaré en la próxima entrada de este diario.