18 de mayo de 2025
Tal como ya he dicho en alguna ocasión, 2013 representó un cambio radical en mis colaboraciones con Onda Cero.
Me comprometí a enviar mis impresiones de la Vuelta al Mundo a Onda Cero. Fue en 2013. Entonces, enviar un audio de 120 megabytes desde lugares alejados del mundo no era nada sencillo.
Poco a poco lo logré. A veces, como en Los Ángeles, en un Starbucks logré enviar cien megas de grabación en unos segundos (maravilloso, gracias Starbucks). En otras ocasiones, como en las islas Fiyi, mandar la grabación fue una odisea que me costó horas y en la que ayudaron los muchachos que nos ayudaban en el barco. ¡Gracias a todos ellos! Para los usos normales, las redes de Fiyi eran suficientes, pero al llegar un barco con siete mil personas desbarajustaban todo.
A partir de ese momento descubrí que [Audacity] podía ayudarme. Y, a partir de ese momento, mis colaboraciones a [Onda Cero] las hacía enviando archivos en Audacity.
Solía enviar los audios tal como los había grabado y después, [el genio que es Eduardo Yáñez], corregía los soplidos, las toses, etc. Conservo las grabaciones originales, pero no las mejoras introducidas por Eduardo.¡Lástima!
Como ustedes saben, fui profesor titular de universidad en el Área de Tecnología y Arquitectura de Computadores en aquella época. Después tuve otros cargos… pero de eso hablaremos en otro momento.
Uno de mis compañeros de trabajo, extraordinario y al que admiraba, había vivido por todo el mundo. Entre otros lugares en [Papúa Nueva Guinea].
En mi viaje de la vuelta al mundo pude ver Papúa Nueva Guinea, pero no paramos, simplemente la vimos de lejos.
Mi compañero de trabajo me dijo que Papúa Nueva Guinea era el peor sitio en el que había estado. Que las muertes violentas eran cotidianas. Que era una civilización bastante extraña.
Fue en ese entorno cuando vi la noticia que viene a continuación, que fue, lo que más o menos dije en mi programa con Eduardo.
[Al norte de Australia se encuentra la gran isla de Nueva Guinea]. La primera referencia que se conoce sobre ella proviene del navegante portugués Jorge de Meneses, quien la denominó [Papúa]. El nombre se debe a que, al ver a sus habitantes, notó su cabello rizado y utilizó la palabra malaya [Papúa], que significa «rizado».
Posteriormente, el explorador español [Íñigo de Retes], nacido en la provincia de Álava, la llamó [Nueva Guinea]. Este nombre surgió porque los habitantes de la isla le recordaban a los de Guinea en África, por lo que decidió bautizarla de esa manera.
Hoy en día, Nueva Guinea está dividida en dos partes:
- La zona occidental pertenece a [Indonesia].
- La parte oriental es un país independiente llamado [Papúa Nueva Guinea].
Papúa Nueva Guinea es una nación fascinante, pero también alberga una realidad preocupante. Una de sus provincias, [Enga], ostenta [un récord mundial de muertes violentas]. Para ponerlo en perspectiva, en Europa el número de homicidios anuales por cada 100.000 habitantes está comprendido en un abanico entre 0 y 3, dependiendo del país. En Enga, esta cifra [alcanzó los 300 homicidios por cada 100.000 habitantes].
[La vendetta: el ciclo de violencia]
El motivo detrás de estos asesinatos radica en una práctica tribal similar a la [vendetta] italiana. En Enga, si alguien mata accidentalmente o deliberadamente a un miembro de otra familia, la familia afectada [se ve obligada a vengarse, matando a alguien de la familia del agresor.] Este ciclo continúa indefinidamente, generando una espiral de violencia.
[Un inesperado freno a la violencia: la telefonía móvil]
Durante años, las autoridades y los ancianos de las tribus intentaron reducir las muertes. Descubrieron que cuando los mayores intervenían rápidamente en los conflictos, muchas veces lograban detenerlos antes de que escalasen a asesinatos.
Sin embargo, el [gran cambio] ocurrió en 2007, con la llegada de la telefonía móvil a la provincia. Desde entonces, cuando los habitantes de Enga ven que dos jóvenes comienzan a pelearse, [llaman de inmediato a un anciano de la tribu] cercano. Este se interpone entre los combatientes y los hace reflexionar, evitando que la disputa termine en tragedia. Así, lo que antes desembocaba en muertes violentas, ahora muchas veces se resuelve pacíficamente.
Esta inesperada intervención tecnológica [ha reducido drásticamente el número de homicidios] en la provincia. [Es un ejemplo sorprendente de cómo un recurso tan cotidiano puede tener un impacto directo en la seguridad y en la convivencia].
En contra de lo que piensan los woke, no todo lo moderno es malo.
El audio que envié a Onda Cero era malo. Por eso no lo subo
Notas.
[1]
Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
De tapas y otras cosas por Fuengirola © 2024 by Félix Ares is licensed under CC BY-SA 4.0 . Debe indicarse que está creado a partir de una obra de felix.ares.fm
En esta ocasión he contado con la colaboración de Vero.
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