El viernes 16 de septiembre pudimos ver el último eclipse penumbral del Luna del año.
Los eclipses de Luna se producen en Luna llena, cuando, si miramos a nuestro satélite tenemos al Sol de espalda. La luz del Sol produce al chocar contra la Tierra produce dos zonas de sombra, una muy oscura (umbra) y otra menos (penumbra). Cuando la Luna pasa por la penumbra, tenemos un eclipse penumbral. No es un fenómeno muy llamativo pues lo único que sucede es que la Luna se oscurece y se ve más rojiza que de costumbre.
Según la wikipedia:
Pues esto es lo fotografíamos durante el eclipse penumbral.
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Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
Ayer, día 28, fue Luna llena. El día anterior, el 27, cuando la Luna estaba casi llena, sacamos unas fotos de la misma cuando todavía estaba cerca de superficie del mar.
La veíamos enorme, debido a la ilusión lunar, que hace que las cosas que están cerca del horizonte –incluyendo la Luna, el Sol o la constelación de Orion– nos parezcan enormes, aunque en realidad el tamaño es el mismo de siempre.
El efecto lunar es psicológico, aunque nadie tiene una explicación definitiva de por qué ocurre. Hemos leído cuarenta posibles explicaciones y cuarenta experimentos que demuestran que ninguna de ellas es la correcta.
Una prueba de que la Luna que percibimos como enorme no lo es, es sacar una foto, en la que se ve que el tamaño de la Luna es el estándar, el que tiene cuando se ve en lo más alto de su recorrido.
Para que se puedan ver los edificios y la playa hemos forzado la luz. Si la oscurecemos un poco lo que obtenemos es esto:
Luna al anochecer del 27 de diciembre de 2012
Tras la Luna la primera «estrella» que se vio, arriba de la Luna, no era una estrella sino un planeta. Era Júpiter.
Cuando estamos en Luna llena, al salir por el este, el Sol debe acabar de ocultarse por el oeste.
Unas palabras sobre la ilusión lunar
En contra de lo que pudiera pensarse vemos con el cerebro. Los ojos no son nada más que las cámaras que envían los datos en bruto a la zona visual del cerebro, que se ubica en la parte de atrás del cerebro. La imagen que se recibe no es «bruta» sino que ya ha sido pre-elaborada por la retina.
Nuestro cerebro se ha formado mediante la evolución. Nuestra visión, por lo tanto, es un fenómeno evolutivo. No trata de reproducir la realidad lo mejor posible ni nada por el estilo, el sistema de visión que he sobrevivido y que nos han legado nuestros antepasados es aquel que nos permitía funcionar mejor, evitar depredadores, encontrar antes comida, detectar lo que era venenoso,…
En ese sentido hay una posible explicación de la ilusión lunar. Y les rogamos que no pierdan e vista que hemos dicho posible. No es seguro ni mucho menos. Tal como ya hemos dicho, la ilusión lunar hoy por hoy está sin explicar. La mayor parte de los predadores del ser humano están a la altura del suelo –sin duda hay excepciones, por ejemplo muchos felinos se suben a los árboles y saltan desde allí–. Pensemos que por el bosque van paseando dos de nuestros lejanos homínidos antepasados. A lo lejos, entre las ramas ven algo que por la lejanía parece un gato. Uno de ellos, al verlo se asusta y se sube a un árbol pensando que es un leopardo, el otro se dice «va, si es un gatito» y sigue andando tranquilamente. Si el bicho resulta ser un leopardo, ¿Cuál creen ustedes que es nuestro antepasado? Sin duda el que no vio un gatito sino un gatazo. ¿Y para eso no es bueno que lo que está a ras del horizonte los veamos como amplificado, que nos dé miedo? ¿Es esa la razón de la ilusión lunar? Probablemente no, probablemente la explicación es muy compleja e intervienen muchos factores, pero pocas dudas hay de que este es uno de ellos.