Viaje a la provincia de Ciudad Real. (10): El Toboso (Toledo).

El día 1 de mayo empezamos una excursión de cinco días, organizada por Juan Alcaraz, para conocer la provincia de Ciudad Real. En esta entrada comentaré nuestra visita al pueblo de Dulcinea del Toboso (Toledo).

3 de mayo

Dulcinea del Toboso es un personaje ficticio de la obra de Cervantes «El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha». En el libro hay muchas menciones a Dulcinea y muchas al Toboso, algunas no demasiado halagüeñas.

En el Quijote, en el Capítulo I de la primera parte [1], podemos leer:

¡Oh, cómo se holgó nuestro buen caballero cuando hubo hecho este discurso, y más cuando halló a quien dar nombre de su dama! Y fue, a lo que se cree, que en un lugar cerca del suyo había una moza labradora de muy buen parecer, de quien él un tiempo anduvo enamorado, aunque, según se entiende, ella jamás lo supo ni le dio cata dello. Llamábase Aldonza Lorenzo, y a esta le pareció ser bien darle título de señora de sus pensamientos; y, buscándole nombre que no desdijese mucho del suyo y que tirase y se encaminase al de princesa y gran señora, vino a llamarla «Dulcinea del Toboso» porque era natural del Toboso: nombre, a su parecer, músico y peregrino y significativo, como todos los demás que a él y a sus cosas había puesto.

Aunque es un personaje ficticio, en «El Toboso» han decidido darle protagonismo e incluso han creado una «casa de Dulcinea». Lo que han pretendido es mostrar cómo sería una casa de un hidalgo en la época que describe el Quijote. Fuimos a visitarla y me resultó bastante interesante.

Quizá convenga explicar dónde está «El Toboso». Para ello, lo primero será mostrar la ruta que seguimos.

Ruta Ciudad Real hasta El Toboso. Mapa gentileza de Google Maps.

Ya sabemos que en toda La Mancha las referencias al Quijote son constantes. El Toboso no es una excepción. Lo primero que nos encontramos al entrar en el pueblo es una escultura en chapa de hierro del famoso caballero.

En El Toboso no podía faltar una calle dedicada a D. Quijote:

Calle Don Quijote en El Toboso.

A mí me llama la atención el nombre de «El Toboso», ¿de dónde vendrá ese nombre? He indagado un poco y parece ser que dos opiniones, la de los que piensan que viene de un cardo, «cardo toba» nombre vulgar del Onopordun acanthium [2]. La otra hipótesis es que viene de la piedra «toba» que es abundante en esta localidad. Me gusta más la idea del cardo. En ese caso, El Toboso sería algo así como lugar con cardos. Me parece oportuno.

Las puertas antiguas de madera, que llevan en sus grietas viejas historias cargadas de tiempo, y sus aldabas siempre me han gustado. No pude resistir la tentación de sacar esta foto:

Puerta de madera maciza y aldaba.

En nuestro paseo hacia la casa de Dulcinea pudimos ver la torre de la iglesia de San Antonio Abad, del siglo XV, aunque no fuimos a verla, pues nuestra ruta iba por otros lugares.

Calle típica de El Toboso. Arriba la torre de la iglesia de San Antonio Abad, siglo XV.

Poco después llegábamos al Museo-Casa de Dulcinea del Toboso.

Museo Casa Dulcinea del Toboso.

En la página de cultura de Castilla-La Mancha, al respecto de este museo-casa, podemos leer [3]:

Este museo se alberga en un edificio que mantiene parte de su estructura original del siglo XVI, y a pesar del tiempo transcurrido y las alteraciones experimentadas a lo largo de los siglos conserva en líneas generales los caracteres de la casa manchega de un hidalgo con sus diversas dependencias: molino, bodega, patios, corrales, pozos, etc.

Entrada. Puerta, techo, patio.

La casa tiene un gran patio interior alrededor el cual hay diversas dependencias.

Interior de la Casa de Dulcinea.
Otro patio, más pequeño.

A un lado del patio, bajo techo, hay un carro antiguo:

Típico carro de la época de El Quijote.

Es interesante observar los radios de la rueda, la llanta de hierro. El centro de la rueda, donde gira el eje, que es metálico, …

Otro carro.

Me llamó enormemente la atención el lagar, aunque me temo que las fotos no hacen justicia a las piezas que lo componen.

Ese enorme trozo de madera forma parte de la prensa para uvas. Son muchos metros de madera.

Manejar una viga de esas dimensiones y con un peso muy grande no debía de ser nada sencillo. Tenemos la imagen de que el vino se hacía prensando las uvas con pies, pero aquí tenemos una imagen muy distinta. Las uvas se prensaban con un instrumento muy sofisticado.

Detalle de la columna movida por un «tornillo» de madera.
Detalle de la rosca.
Detalle de cómo baja la palanca de madera para presionar sobre las uvas.
Vista de palanca y mecanismo para descender y prensar las uvas.
Otra vista de la palanca.
En ese recipiente es donde están las uvas.

Al lado de la impresionante prensa hay un caballo de madera, como homenaje a Clavileño [3]:

Clavileño es el nombre del caballo de madera con el que unos duques gastan una broma a Don Quijote y Sancho Panza en la segunda parte, capítulos XL y XLI de la novela de Miguel de Cervantes.

El «clavileño» de la Casa de Dulcinea.

En la casa hay un palomar.

Además de lo ya visto, hay un museo con instrumentos de uso común, sobre todo de cocina, de la época.

Cocina y mesa donde comían.

Me voy a acercar a la parte de arriba y a la de abajo, para ver los detalles.

Abajo está el fuego en el que se cocina. Arriba, diversas vasijas típicas.
La cocina. Lo que hay abajo.
Diversas vasijas. Arriba se ven recipientes de medidas.

Voy a acercarme a los recipientes de medidas.

Recipientes de medida.
Utensilios de cocina.

En una esquina hay un candil. Ese tipo de candiles los usaban en las minas, pero aquí aparece en la cocina.

Candil.

Era habitual que en las casas de los hidalgos se hiciera queso. En la casa de Dulcinea, están los instrumentos típicos de fabricarlo.

Instrumentos para hacer queso.
Los dos elementos de la derecha son los moldes para el queso.

También hay unos ejemplos de cómo eran las habitaciones.

Una cosa que me ha llamado la atención ha sido ver en una habitación un retrete. Una silla almohadillada, con un gran hueco. Las deposiciones caían a un recipiente que, después, se quitaba y limpiaba.

Retrete.
Cama.
Calentador de cama.

El calentador es curioso. La estructura de madera entra y sale de la cama. En su parte baja tiene un brasero.

En la habitación suele haber baúles. Algunos de ellos con un sistema de cierre realmente complejo.

Baúl. El mecanismo de cierre, como puede verse, es realmente complejo.
Instrumentos para hacer encajes de bolillos.

En la esquina de una habitación había una preciosa talla de madera de la Virgen con el Niño.

Virgen con el Niño en una de las habitaciones.

Tienda de souvenirs

Muy cerca de la Casa de Dulcinea hay varias tiendas de souvenir. Entré en una de ellas

Don Quijote en una puerta.
Me ha sorprendido que vendan estas tarrinas con lo que ellos llaman «titos» son semillas de Almorta.

De las almortas se hace harina que se suele usar en las gachas manchegas y de otras muchas cosas, por ejemplo, como espesante de sopas, salsas y guisos; también en panadería y reposterepostearíaria.

Entre los «souvenirs» también hay quesos. Ya sabemos que los quesos de la Mancha son muy famosos. Aquí, en el Toboso, los podemos comprar.

Queso manchego.
Queso manchego.

Me llamó la atención el «ajo negro».

Ajo negro.

Tras estas compras volvimos al autobús y nos dirigimos a Campo de Criptana.


Notas

[1] Centro Virtual Cervantes. Clásicos hispánicos > Don Quijote > Edición. Primera parte > Capítulo I (2 de 2). https://cvc.cervantes.es/literatura/clasicos/quijote/edicion/parte1/cap01/cap01_02.htm

[2] Wikipedia en castellano. Entrada: Onopordum acanthium. https://es.wikipedia.org/wiki/Onopordum_acanthium [Consultado el 15 de septiembre de 2024]

[3] Wikipedia en español. Entrada: Clavileño. https://es.wikipedia.org/wiki/Clavile%C3%B1o [Consultado 15 de septiembre de 2024]


Nota sobre fotos

Las fotos que se han utilizado, han sido realizadas por Félix Ares y Álvaro Ares y las licenciamos como Creative Commons. Attribution 4.0. International CC by 4.0. Puede usarlas, pero deben dar crédito a los autores y que se han sacado de la página https://felix.ares.fm

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Viaje a la provincia de Ciudad Real. (9): Las tablas de Daimiel (Ciudad Real).

El día 1 de mayo empezamos una excursión de cinco días, organizada por Juan Alcaraz, para conocer la provincia de Ciudad Real. En esta entrada comentaré nuestra visita a las «Tablas de Daimiel» (Ciudad Real).

2 de mayo

Las «Tablas de Daimiel» están en el municipio de Daimiel, en la provincia de Ciudad Real. Desde el castillo de Pañarroya a las Tablas hay casi 89 kilómetros.

Ruta desde Peñarroya hasta las Tablas de Daimiel.

El nombre de Tablas se refiere a las «tablas fluviales» que son zonas de desbordamiento de los ríos en su cauce medio. En este caso hay dos ríos que contribuyen a crear las «tablas», son el Guadiana (el río Ana), de agua dulce, y el Cigüela de agua salobre.

La contribución del agua salobre es muy importante, pues, debido a ello, hay ciertas plantas, como por ejemplo los «tarayes» (plural de taray) que es un árbol típico de las «Tablas de Daimiel» y que crece a la orilla de aguas salobres.

En las Tablas, hay un centro de visitantes donde te informan de las distintas actividades que se pueden hacer.

Señal del centro de visitantes.

Las tablas de Daimiel están preparadas para el visitante con caminos de madera. Hay tres rutas que se diferencian por su longitud y dificultad. Los itinerarios se llaman de «La Laguna Permanente», de «La Isla del Pan» y la de «La Torre de Prado Ancho». Los itinerarios y su dificultad pueden verse en [1].

A nosotros, el guía nos aconsejó el itinerario de «La Isla del Pan». Sus características son [1]:

Su recorrido es circular. También se accede a él desde el itinerario de la Isla del Pan hacia el final de su recorrido.
Distancia: 1,5 Kilómetros     Dificultad: Baja
Accesibilidad: Adaptado (parte)     Duración: 1 horas.

Hay otro itinerario más largo, el de «La Torre de Prado Ancho» [1]

Uno de los inconvenientes de este itinerario es su estacionalidad, desde el final de la primavera y hasta el invierno, permanece seco en casi su totalidad.
Distancia: 4 Kilómetros     Dificultad: Baja
Accesibilidad: Adaptado (parte)     Duración: 2,5 horas.

También hay otro más o menos igual, el de «La Laguna Permanente» [1]:

Su recorrido es circular. También se accede a él desde el itinerario de la Isla del Pan hacia el final de su recorrido.
Distancia: 1,5 Kilómetros     Dificultad: Baja
Accesibilidad: Adaptado (parte)     Duración: 1 horas.

Tal como ya he dicho nosotros elegimos el itinerario de «La Isla del Pan»:

A primer punto que nos dirigen las señales es la «Laguna de aclimatación».

Señal «Laguna de Aclimatación».

Como su nombre indica, es un espacio donde las aves se preparan (se aclimatan) a las características del parque, antes de liberarlas en él. Dado que hay muchas aves aclimatándose, es un buen lugar para verlas. Desde allí pueden verse muchos patos.

Patos
Patitos.
Mirador de patos
La zona tiene una red por encima, para que las aves no puedan huir volando antes de aclimatarse.
Así son los caminos por los que se circula. Puede verse que une las islas entre sí.

Desde los caminos de madera podemos ver las distintas islas, los animales, peces y la flora.

Islas que se ven desde los caminos.

Podemos ver patos ya aclimatados:

Patos ya aclimatados.

Entre los árboles el más característico es el taray, que como he señalado más arriba suele crecer en las orillas de las aguas un poco salobres.

Taray.
Otro taray, en este caso con el musgo bien visibles.

Llegamos a la Isla del Pan.

El letrero nos indica que estamos en la Isla del Pan.

Los caminos de madera unen las diversas islas entre sí.

Por el camino podemos ver diversas plantas.

Diente de león.
Cardo marianum.

Hay un observatorio para ver las aves. También se ve el río Guadiana.

Observatorio.
Río Guadiana.

Asimismo se ven muy bien las plantas acuáticas y alguna rana que otra.

Plantas acuaticas.
Rana debajo del agua.

Una de las plantas más abundantes en las Tablas de Daimiel es la masiega, que se usaba en construcción, para los techos de las casas. Los techos con masiega se caracterizaban por su durabilidad [2]. También se usaba para cestería.

Las islas de las Tablas de Daimiel estuvieron pobladas desde la prehistoria. Hasta hace muy poco tiempo la pesca, la recogida de masiega y la elaboración de cestas, permitía vivir a un grupo de familias.

Masiega.

Los pescadores tenían «casillas de pescadores», cuyo techo era de fajos de carrizo.

Casilla de pescadores. Arquitectura típica manchega. Reconstrucción. Techo de fajos de carrizo. En la isla del Pan.

Tras la visita, volvimos al autobús y desde allí nos fuimos a nuestro hotel el Ciudad Real (Hotel Guadiana). Allí cenamos. La cena fue muy parecida a la comida. Nada especial que señalar. Tal como ya había dicho, buena calidad, servicio amable y profesional. Todo correcto.

Mañana iríamos a El Toboso, tierra de Dulcinea.


Notas

[1] Página de las Tablas de Daimiel. Entrada: Itinerarios. https://www.lastablasdedaimiel.com/itinerarios_lavisita_33.html

[2] Rae.es. Tesoro de los diccionarios históricos de la lengua española. masiega | Tesoro de los diccionarios históricos de la lengua española | RAE – ASALE


Nota sobre fotos

Las fotos que se han utilizado, han sido realizadas por Félix Ares y Álvaro Ares y las licenciamos como Creative Commons. Attribution 4.0. International CC by 4.0. Puede usarlas, pero deben dar crédito a los autores y que se han sacado de la página https://felix.ares.fm

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