Tras nuestra poco convencional visita a Gibraltar, que se puede ver en nuestra entrada anterior, teníamos que comer. Preferimos ir a «La Línea de la Concepción», pues, aunque conocíamos sitios de Gibraltar donde hay menús del día buenos y a precios razonables, preferimos ir a «La Línea» donde la variedad (al menos eso pensábamos) era mayor.
El primer problema que se nos presentó, como es habitual, es el de aparcar. Así que fuimos dando vueltas hasta que encontramos un sitio, al lado de un famoso árbol de «La Línea», el «Drago Centenario».
Cuando oigo la palabra Drago y centenario detrás pienso automáticamente en las islas Canarias. Más concretamente del pueblo de «Icod de los vinos» [1]. Pero resulta que el de Canarias es un árbol de la especie Dracaena draco, mientras que el de «La Línea» es un ejemplar de Ceratonia siliqua. Parecido, pero no lo mismo. En la página web de «Europa Sur» [2] podemos ver la historia del árbol:
El drago centenario que luce en el parque Princesa Sofía tras ser trasplantado desde la Villa San Juan ya es oficialmente propiedad del Ayuntamiento y del pueblo de La Línea. Los propietarios de este inmueble entregaron ayer al alcalde, Juan Franco, la documentación que acredita la donación de este ejemplar y de otro más pequeño que fue trasladado a la rotonda del nuevo hospital.
El árbol es impresionante.
Ver el árbol fue una sorpresa, pero lo que queríamos era comer. Allí cerca había un restaurante que nos pareció adecuado. Incluso entramos y pedimos la bebida mientras leíamos la carta.
Pero mientras esperábamos, el ruido era insoportable. El local tenía una acústica fatal, y para fastidiarlo todavía más, estaba la televisión puesta. No entiendo a esas personas que van a un restaurante y en vez de hablar con sus familiares o amigos se dedican a ver la tele. Creo que ni disfrutan de la comida ni, por supuesto, de la compañía. Propongo a los restauradores que al igual que ponen «vegano» o «halal» pongan «sin tele», para que los ciudadanos sepamos elegir. Sin duda elegiría un «sin tele».
Dijimos que en esas condiciones no nos quedábamos, pagamos el vino y nos fuimos.
Lo que había cerca era un pizzeria, concretamente una franquicia de la marca Domino’s, cuyo anuncio en la tele, tío gritando con voz de soprano «Dominos» me saca de quicio y me hace repeler esos establecimientos.
Pero era tarde y tuvimos que entrar. La experiencia fue muy buena, por suerte, nadie grito «Dominos».
Tomamos lo que es de esperar en una pizzeria. Nos sirvieron rápido y todo el personal fue muy amable.
Con eso, nos dimos por comidos y continuamos nuestro viaje hacia la playa de Tarifa.
Ubicación
Avenida del ejército 8
La Línea de la Concepción
Atención
Muy correcta. Nadie cantó con voz aguda y ridícula «Dominos».
Creo que es un lugar al que se puede volver a pesar de sus infames anuncios.
Las fotos que se han utilizado, han sido realizadas por Félix Ares y Álvaro Ares y las licenciamos como Creative Commons. Attribution 4.0. International CC by 4.0. Puede usarlas, pero deben dar crédito a los autores y que se han sacado de la página https://felix.ares.fm
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Es día 10 de agosto fuimos, una vez más, a Gibraltar, pero esta vez decidimos ir por caminos poco usuales. Subimos hasta la parte más alta del peñón y bajamos a tomar algún vino interesante.
En esta ocasión, quisimos ir directamente hacia lo alto.
Nuestra intención es ir hasta arriba. Si fuera posible (no lo fue) hasta las antenas de la cumbre. Pero sí que llegamos al Harding’s Battery, el punto más al sur de la pnínsula de Gibraltar.
La carretera sigue llevándonos hasta arriba y hacia el sur.
Legamos arriba, aparcamos, y fuimos a pasear, pudimo ver las columnas de Hércules.
Las Columnas de Hércules fueron un elemento legendario de origen mitológico, referido en la Antigüedad a los promontorios que flanquean el estrecho de Gibraltar. Era el límite del mundo conocido por los griegos hasta que, según el historiador griego Heródoto, Coleo de Samos lo atravesó en torno al siglo VII antes de Cristo.
Un poco más adelante, en la misma entrada de Wikipedia [1] se nos dice:
La columna norte (antiguo Kalpe o Calpe4) es identificada con el peñón de Gibraltar (426 m). La identidad de la columna sur (antiguamente Ábila o Abila4) ha sido disputada a través de la historia, siendo los dos candidatos más probables el monte Hacho (204 m) en Ceuta y el monte Musa (851 m) en Marruecos.
Así que. por lo que podemos leer, de lo que hay pocas dudas es que la columna norte, llamada Calpe, es Gibraltar.
Como se creía que no había nada más allá de aquellas columnas se le dio el nombre de «Non plus ultra» que podríamos traducir como «nada más allá». Por eso, el escudo de España, tras el descubrimiento de América, dice «Plus Ultra» [más allá].
Desde aquel punto privilegiado se pueden ver los barcos que paran el Gibraltar.
En los viajes necesitamos ir al baño. Allí mismo, en el monumento a las columnas de Hércules los hay, gratuitos.
Un poco más adelante llegamos a la mezquita Ibrahim al Ibrahim y parcamos en el Europa Point Car Park.
Allí mismo, en el aparcamiento hay una cafeteria, un parque infantil y un faro.
Sé que tomamos algo en este «café», pero no recuerdo muy bien el qué.
A un lado del parque se ve una de las Baterias de la Segunda Mundial.
He utilizado el zoom, para acercarme más a la punta del peñón.
En la misma zona del parque hay una exposición sobre eventos geológicos ocurridos en Gibraltar.
Por ejemplo, nos habla de cuando el estrecho se cerró, el Mediterráneo se secó en gran parte, por el espacio seco pudieron pasar animales de África a Eurooa y viceversa. Y la evaporación del Mediterráneo produjo unos depósitos enormes de sales: Crisis de salinidad conocida como Messiniense [2]. El nombre de Messiniense deriva de que se observó muy bien en Messina.
Este es solo un panel de ejemplo, hay muchos más. Algunos sobre aves, otros sobre fauna y flora, etc. En otro panel nos hablan de Neandertales. Ya sasben ustedes que se supone que los Neandertales, antes de su desaparición se refugiaron en el Peñón. Con los conocimientos actuales se estima que los últimos neandertales, vivieron en el Peñón hace unos 29 000 años.
La exposición está situada en unos subterráneos.
Una vez que vimos la exposición, y disfrutamos de las vistas del mar, dede lo alto, bajamos a la zona central, la más conocida del pueblo.
En el centro Gibraltar, como en otros muchos sitios, aparcar no es fácil. Lo logramos, bastante lejos del centro. Seguimos andando y nuestra siguiente parada fue en Marks & Spencer.
Entre las muchas bebidas que había en Marks & Spencer me llamó la atención unos botellines pequeños de Prosecco.
Para lo que me hayan seguido ya saben que, en mi humilde opinión, el Prosecco, es el modo de hacer champán de un modo moderno, y dejando atrás los ineficientes métodos tradicionales usados en Champagne o en las denominaciones de Cava.
La Viuda de Clicquord inventó que la segunda fermentación se hiciera en botellas puestas inclinadas [que se hiciera una segunda fermentación en botella fue el invento de Dom Perignon], de modo que el tapón siempre estuviera húmedo. Cada día hay que ir girando un poco la botella, para que la decantación (los restos sólidos de la fermentación) vayan cayendo hacia el tapón. Cuando el proceso ha terminado, un maestro «degollador» saca el tapón, y con él los residuos. El vacío creado se llena con «algo» y ese algo define si el champán es «brut», «semiseco» o …
La idea del porsecco, que a mi me parece mucho más moderna, es hacer lo mismo, pero en vez de hacerlo en botellitas de 75 cl, lo hacen en enormes «botellas» de aceropcon temperatura controlada. Creo que el método italiano es mucho menos intensivo en mano de obra y puede producir productos similares a un precio muy inferior. Ya sé que lo de «similares» chirriará a muchos y dirán que el «método tradicional» es muchos mejor. ¿Y si hiciéaramos una cata a ciegas?
Un poca cansados decidimos parar en un bar o algo parecido. Concretamente se llamaba «The Wine Shop» (La tienda de vinos).
Hacía tiempo que estaba detrás de probar algún vino sudafricano blanco. Había probado los tintos con uva Shyraz y me habían parecdido excelentes, pero no había probado los blancos.
Hablando con el tendero, en castellano obviously, nos dijo que tenía un blanco sudafricano con uva garnacha blanca que le parecía muy interesante. Lo probamos.
Me gustó el vino y pedimos otra ronda.
No recuerdo exactamente el precio, pero creo recordar que cada copa eran 4€. (Por supuesto, ellos nos lo decían en Libras).
Y así terminó nuestra visita un ponco diferente y extraña a Gibraltar.
Las fotos que se han utilizado, han sido realizadas por Félix Ares y Álvaro Ares y las licenciamos como Creative Commons. Attribution 4.0. International CC by 4.0. Puede usarlas, pero deben dar crédito a los autores y que se han sacado de la página https://felix.ares.fm
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