14 de noviembre de 2024
En este bar he estado muchas veces pero nunca había hecho una reseña. Si hoy me he animado a hacerlo es porque he tenido que hacerme un análisis de sangre en el ambulatorio de Los Boliches, en Fuengirola.
Es muy posible que ustedes se pregunten que qué tiene que ver un análisis de sangre con el bar «El Concejo», pues voy a tratar de explicarlo. Para ello, necesito el mapa de la zona.
Está al lado, y muy cerca, del recinto ferial, lo que hace que martes y sábados, cuando se celebra el «baratillo», haya muchas personas pasen por el Concejo.
Pero ese no es el detalle importante. Si nos acercamos más, vemos lo siguiente.
Ustedes pueden ver que a un lado de la calle Antonio Chenel Antoñete está el centro de salud de Los Boliches y cruzando la calle tenemos el Bar «El Concejo».
Ahora vayamos al análisis. Hay que ir en ayunas. Te sacan la sangre y sales con más hambre que un tiburón vegano. Y ves un bar que ofrecen desayunos. Y, obviamente, hay muchas posibilidades de que vayas a él.
Al mirar la carta observas que hay un apartado dedicado a los desayunos.
Debido a que el almacenamiento me cuesta dinero, he puesto las imágenes en baja resolución, lo que dificulta ver lo que dice la carta, pero sí pueden ver que es bastante grande
Elegí un desayuno típico andaluz, es decir, tostada con aceite de oliva y tomate. Cuesta 1,40 €
No pude resistirme y pedí la tostada con aceite de oliva y tomate.
¿Y de bebida? Usted puede pedir un café, pero yo pedí un vino blanco. Ya, ya sé que para desayunar un vino es poco saludable, pero…
Para mi vergüenza tengo que decir que mi acompañante se tomó un café.
Acabo de mirar el calendario, estamos en 2025. Escribo en 2025, mi visita a ese bar que ocurrió en noviembre de 2024. Me resulta sorprendente, eso significa que llevamos veinte años. ¡¡¡¡Veinte!!!! en Fuengirola, y me parece que fue ayer cuando nos mudamos.
Recuerdo que hemos parado muchas veces en ese bar y siempre nos han atendido bien. Aunque hay anécdotas curiosas que nos adentran en el, sin duda, complicado mundo de los bares.
Durante una buena temporada, antes de los actuales ¿dueños? nos servía una persona asiática, amabilísima. Observé que había una discrepancia entre lo que ponía el toldo y lo que ponía el establecimiento. En el toldo ponía «El Consejo» y en el establecimiento ponía «El Concejo». Traté de explicarle que «concejo» es una cosa y «consejo» otra distinta. No me entendió. Y lo comprendo, yo tampoco entiendo al diferencia entre:
El carácter para «caballo» es 马 (mǎ).
El carácter para «madre» es 妈 (mā).
Para mí todo suena «ma».
Por eso me maravillan los chinos que han sido capaces de venir a una sociedad, con una cultura e idioma tan distinto del suyo, y montar un negocio.
Hoy en día ya no quedan rastros de los chinos en ese bar. Hoy «El Concejo» es propiedad de Chano y María, como muy bien queda reflejado en sus cartas.
Para que se den una idea de cómo es el establecimiento les pongo las siguientes fotos:
En todo momento la atención fue profesional y amable. Tal vez, lo que echo un poco de menos es simpático hablar chino, pero no me cabe la menor duda de que Chano y María lo están haciendo muy bien. Es un sitio sencillo, pero donde te tratan con amabilidad.
Estoy seguro de que otras veces que me tenga que hacer un análisis de sangre pararé aquí. Y, casi con seguridad, volveré simplemente para disfrutar de un rato sentado en una terraza popular.
Notas
[1]
Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
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En esta ocasión he contado con la colaboración de Vero.
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