No es infrecuente que andando por las playas de Fuengirola nos encontremos artistas ofreciéndonos sus obras fabricadas con la arena de la playa. En esta ocasión nos hemos encontrado con esta maravilla:
Su título nos recuerda aquella vieja canción de «Los borrachos en el cementerio juegan al mus», pero dado que el borracho tiene una botella de güisqui en la mano sospechamos que esa no es la intención del autor.
Veamos una panorámica de toda la obra:
Nos ha parecido un trabajo excelente. Al autor le deseamos mucha suerte. ¡Ahí van nuestras monedas!
Otros escultores:
La verdad es que pasear por el paseo marítimo de Fuengirola al anochecer, cunado el calor ha aflojado, es sumamente agradable y uno se encuentra con estas efímeras obras de arte.