21 de junio de 2012
Hoy es el día del solsticio de verano, el día más largo del año, y decidimos hacer algo especial. ¿Por qué no dar una vuelta por el mar en Benalmádena? Sabemos que en «La Marina» hay muchos barcos que ofrecen viajes de media o de una hora para ver tiburones (cuando los hay). Y todos ellos incluyen una bebida en el viaje.
Desde Fuengirola a la Marina de Banalmádena
Fuimos a la estación de Pirtillo y allñi nos enteramos de que había un autobús que nos llevaba desde allí hasta la Marina de Benalmádena. El billete cuesta 1,5 € y el viaje dura un poco menos de una hora. También hay tren, pero la estación de Benalmádena queda muy lejos de la Marina. La primera parada fue en la iglesia de los Boliches de Fuengirola; así que si ustedes viven por esa zona pueden coger el autobús en esa parada. Es el número 120.
Elección de barco
De las muchas ofertas que había nos gustó un junco chino, por varios motivos; el primero es lo exótico del barco; el segundo que es pequeño, como máximo lleva catorce pasajeros, lo que le da un cierto aspecto de intimidad muy interesante; y tercero no solo tienen una bebida gratis, tienen «barra libre»; bien es cierto que hay mucy pocas cosas, cerveza, vino tinto, algún refresco, … y todos ellos de marcas baratas. Pero a lo largo del viaje puedes pedir lo que quieras, cuantas veces quieras.
El barco, un junco chino, es una preciosidad. El viaje dura una hora y te llevan hasta ver la playa de Benalmádena desde el mar. Pero pensamos que lo mejor es que vean las fotos.
En el detalle del anuncio ya ven que un crucero de una hora cuesta 10 € a los adultos, 5 € a los niños y que incluye bebida. Pero vean la sutiliza del anuncio en inglés y en castellano, en inglés dice que incluye TODAS las bebidas, mientras que en castellano dice que incluye bebida. Para salir de dudas preguntamos y nos dijeron que era «barra libre» de las cosas que tenían.
Al empezar a navegar nos encontramos con una arquitectura que nos recuerda a Venecia, ¿o no? Empezamos a hablar con la tripulación –hay tres personas– y resulta que son sumamente simpáticos y serviciales. Hablan español e inglés.
Al fondo un restaurante griego que hemos probado y tiene una gran calidad por unos precios muy razonables… pero de eso hablaremos en otro post.