30 de noviembre de 2023
El pasado día 19 de noviembre fuimos en un viaje organizado por Juan Alcaraz a «Las Canteras de Osuna» en Osuna (Sevilla). Publicitariamente lo han llamada «La Petra de Andalucía». Se trata de unas antiguas canteras que han estado en uso desde antes de la época romana y que han transformado en un museo.
Quizá lo primero que se me ocurre decir es que el nombre de «Petra de Andalucía» está muy bien como reclamo publicitario, pero me parece muy alejado de la realidad. Para empezar Petra es toda una ciudad, con muchas cosas, desde un teatro romano, a la famosa Al Khazneh (el Tesoro), el edificio más conocido de Petra.
Pueden ver mis impresiones de mi viaje a Petra en estos enlaces:
PETRA: Capital del imperio Nabateo (Parte 1: El Siq) | La Vuelta al Mundo y otros viajes (ares.fm)
La película de Indiana Jones y la última cruzada se ve la fachada de El Tesoro e Indiana entra dentro del templo. Eso es imposible por la sencilla razón de que no hay templo. El Tesoro es tan solo una fachada. Entiendo que lo que han querido decir con «La Petra de Andalucía» es que, hasta cierto punto, lo que hay se parece a la fachada de El Tesoro, pero realmente la comparación no es demasiado buena pues el «Las Canteras» hay profundidad y en Petra no. Es decir, en este caso «Las Canteras» son mejores que Petra.
Desde mi punto de vista lo más interesante es que una cantera que se estuvo usando desde hace 2 500 años se haya convertido en una atracción turística. Para mí, la ingeniería antigua merece la pena verse como tal, pero para muchas personas no es así. Aquí han combinado la ingeniería de la mina con unas impresionantes esculturas lo que hace que satisfaga a tanto a los amantes de la ingeniería como a los del arte.
Pienso que es interesante ver los edificios de Osuna, donde, a pesar de su nombre y de que en su escudo figuren dos osos, no es probable que los hubiera.
Observen el color ocre de muchos edificios de la ciudad. Ese color ocre se debe a que ese es el color de la piedra que se ha obtenido de «Las Canteras». Se trata de una piedra caliza con ese color. Si nos acercamos un poco más podemos ver mejor el tema del color y de que muchos edificios importantes están hechos con esa piedra.
Más datos sobre estas iglesias pueden verlos en la bibliografía, pero ahora no me entretengo en eso pues nuestro objetivo son «Las Canteras».
A diferencia de Petra aquí no solo hay fachada, el interior es amplísimo y bello.
Hoy en día, El Coto de Las Canteras es una propiedad particular de las familias de Jesús Ramos y de Francisco Lobo. Sus escudos están en el relieve de «La vendimia».
Hay muchas más salas, cuya amplitud y los techos tan altos me dan la sensación de un gran templo gótico. Aunque he de confesar que de gótico no hay nada. Lo que hay es el resultado de miles de años de trabajo extrayendo la piedra para hacer los edificios de la ciudad.
Se me olvidaba, la cantera dejó de funcionar como tal en la década de 1960.
Creo que un elemento importantísimo para que de la sensación de catedral gótica es la excelente iluminación. Observen cómo la luz casi siempre procede de las alturas y los focos no se ven claramente, con lo que se consigue esa sensación de la luz solar cenital de las catedrales góticas.
Estas enormes amplitudes hace que este lugar sea ideal para realizar actos culturales, conciertos e incluso bodas. Los jardines de la parte exterior son un lugar ideal para celebrar un cóctel. Los veremos luego.
En el interior hay una tienda de recuerdos y unas cuantas piezas antiguas, que lo convierten en un pequeño museo etnográfico.
La trilla se usaba para separar el grano de la paja en los cereales. Recuerdo que cuando era niño, mi abuelo me llevó alguna vez a una campa lisa, donde habían depositado en capas de no mucho grosor las espigas de trigo con el tallo y los granos. Una mula empujaba la trilla por encima de ellos y de ese modo los granos se separaban de la paja. Claro que quedaba todo revuelto por lo que después venía una tarea que me gustaba mucho: el aventar. A ver si logro explicarlo.
Esta tarea hay que hacerla un día que sople un poquito de viento. Con el bieldo se coge la mezcla de grano y paja que ha dejado la trilla. Se levanta fuertemente y se lanza hacia arriba, el viento se lleva lo que pesa menos (la paja) y deja caer en vertical a lo que pesa más (el grano). Repitiendo esto varias veces se separa el grano de la paja.
Hay un vídeo en Youtube que lo explica muy bien.
Al ver este vídeo he recordado el polvillo que se producía en esta tarea. Un polvo que no me sentaba nada bien pues tengo alergia al polvo.
Tal como ya he dicho hay una tienda de recuerdos y en ella hay un pequeño museo arqueológico.
Hemos visto el interior, pero tan interesante o más es el exterior.
Lo más cercano es el jardín que rodea la entrada.
En Petra, algo tan importante como la ciudad es el desfiladero (El Siq) para llegar a ella. Es posible que en las canteras suceda algo parecido. La llegada es impresionante. Por ejemplo el arco ojival (que me vuelve a recordar a las iglesias góticas).
Las texturas de roca caliza azotada por el viento me gustan mucho.
Y ya para acabar la llegada a la cantera.
¿Qué quieren que les diga? No es Petra. En muchos aspectos es mejor que la capital nabatea. En otros es inferior. Pero a mi me ha emocionado. Merece la pena ir y verlo. Y ya que están allí, hay muchas más cosas que merecen la pena ver en Osuna, y, ¿por qué no decirlo?, hay que comer y hay muy buenos restaurantes, pero esa es otra historia.
Quiero dar las gracias a Juan Alcaraz por haber organizado un viaje tan interesante.
Bibliografía
[1] Convento de la Encarnación. Enlace a turismo Sevilla.
[2] Convento San Carlos El Real. Enlace a turismo Sevilla.
[3] Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Enlace a turismo Sevilla.
Nota sobre fotos
Las fotos que se han utilizado, han sido realizadas por Félix Ares y Álvaro Ares y las licenciamos como Creative Commons . Attribution 4.0. International CC by 4.0. Puede usarlas, pero deben dar crédito a los autores y que se han sacado de la página https://felix.ares.fm
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