Miércoles 18 de mayo de 2016
El plan de viaje de este día era salir de Gijón tras desayunar, ir a ver Oviedo y luego volver muy cerca de Gijón, a un lagar –donde hacen la sidra– de nombre Bernueces, después iríamos a ver la universidad laboral de Gijón y después ver la ciudad de Gijón.
OVIEDO
Hoy en día, Oviedo es la capital de la Comunidad Autónoma que lleva el nombre de «Principado de Asturias». Es la capital, pero no es la ciudad más poblada, ese ¿mérito? lo tiene Gijón.
El rigen de la ciudad de Oviedo se remonta al siglo VIII, o incluso antes, aunque con otro nombre: Ovetum.
El excelente guía que tuvimos en Oviedo nos contó que el gentilicio de los habitantes de Oviedo es ovetense, aunque la denominación popular es «carbayón»; debido a que en la ciudad había un viejo roble –que en asturiano se dice carbayo– que llamaban «el carbayón». El viejo roble murió, pero la costumbre de designar a los ovetenses como carbayones permanece. Si tenemos en cuenta que el apellido de uno de nosotros es Ares y que probablemente Ares proviene del euskera «aritz» –roble– nos sentimos muy identificados con los ovetenses.
Ya habíamos comentado que tras la victoria –victoria para los cristianos, derrota para los islámicos– de Cangas de Onís-Covadonga, el incipiente reino de D. Pelayo instauró su capital en Cangas de Onís.
Fue Alfonso II, el casto, el que trasladó la capital a Oviedo. Y no solo trasladó la capital sino que mandó construir la iglesia de San Tirso, cuyos restos hoy forman parte de la Catedral de Oviedo. Por eso, no es extraño ver una estatua de Alfonso II cerca de la puerta de la catedral de Oviedo.
Somos enamorados de la sencillez del románico y del visigodo. Estos arcos, tan simples, hasta cierto punto arabizantes, nos encantan.
La actual catedral es indudablemente gótica:
Pero de vez en cuando deja ver sus orígenes románicos.
No vamos a hablar solo de iglesias. Oviedo es mucho más. Por ejemplo, hay una gran cultura de la sidra, de la que hablaremos en las entradas de detalle. Recuerden que ahora tan solo estamos dando una visión panorámica.
Vamos a ver el escudo de la ciudad de Oviedo:
Se trata de una cruz griega. Recuerden, la cruz latina tiene el brazo inferior mucho más largo que el superior:
La cruz griega, sin embargo tiene os cuatro brazos iguales.
En Cangas de Onís vimos la cruz de Covadonga, que es griega con el Alfa y el Omega colgando de sus lados. En el escudo de Oviedo vemos la cruz griega, con dos ángeles en su parte inferior.
Pero nuestro guía no solo nos llevó a ver cosas antiguas, también nos llevó a ver otras cosas más modernas. Por ejemplo, nos acercó al mercado, a la casa cedida a los sefarditas y nos dijo donde había sidrerías, ¿qué sería de Oviedo sin unas buenas sidrerías?
Aunque hemos cometido un error imperdonable; lo primero que nos enseñó, desde el autobús y sin dejarnos bajar para tomar una buena foto. Nos llevó al Palacio de Congresos, cuyo arquitecto es Calatrava, y, como es habitual en dicho arquitecto, nos contó una historia rocambolesca.
Nos recuerda enormemente al Museo de la Ciencia de Valencia.
Lo malo, según nuestro guía, es que la clave del edificio era que la cúpula central –eso que se ve como una superficie cónica– tendría que abrirse y cerrase. Al intentarlo se vio que era imposible, que lo cálculos eran erróneos. Los jueces han condenado a Calatrava a pagar tres millones y pico de euros al ayuntamiento.
Con Calatrava tenemos sentimientos enfrentados. Normalmente las estéticas que propone nos gustan, pero su falta de habilidad calculista nos preocupa. Por otra parte, todas sus obras nos parecen poco funcionales y demasiado «similares». Aburren un poco. Pero no somos ni arquitectos, ni críticos de arte. Tal vez, por decir algo, somos usuarios del catastrófico –desde el punto de vista del usuario– aeropuerto de Bilbao.
PERO no vamos a seguir hablando de Calatrava. Digamos que la ciudad de Oviedo está llena de esculturas en bronce de personajes famosos, de distintos profesionales, etc.
A nosotros nos ha gustado esta lechera que iba con su burro, su cántara, su perro, etc.:
Nuestros siguiente pasos nos llevaron al Lagra de Bernueces –en el habla asturiana Llagar de Bernueces.
ESPICHA EN EL LAGAR DE BERNUECES
La espicha, según la wikipedia es: «Una espicha es una reunión festiva asturiana en la que se bebe sidra. Consiste en juntarse varias personas en un llagar para abrir o «espichar» un tonel de sidra, una pipa, como se suele llamar a esos grandes toneles de unos quinientos litros, donde el zumo de manzana evoluciona durante dos o tres meses. El momento propio de las espichas es enero o a la más comienzos de febrero, para los que no trasiegan la sidra y sólo la tienen tres meses en barrica. Para los que la trasiegan y dejan en barrica hasta cinco meses, una buena ocasión es la fiesta de San José, el 19 de marzo. Es el momento de catar la nueva sidra antes de embotellarla. Es también el momento de corregir algún defecto que pueda subsanarse antes del embotellado.»
El lagar –llagar en la lengua asturiana– es el lugar donde se fabrica el vino o la sidra; en este caso, la sidra.
Era tradicional que una vez que la sidra estaba a punto, se fuera a los lagares a probarla sirviéndose uno mismo de los toneles. Poco a poco se fu adquiriendo la costumbre de servir también alguna comida para acompañar a la sidra y hoy en día es típico que en los «llagares» abiertos al pública se sirvan productos típicos de la zona.
Ninguna visita a Asturias estaría completa sin pasar por una de estas sidrerías, degustar la sidra sacada directamente de la barrica, también llamada pipa, y probar los productos típicos. Nosotros lo hicimos en el «llagar Bernueces».
Cuando hace bueno este es el lugar donde se reúnen los clientes y van con su vaso a la pipa que se ve al fondo; pero si llueve o esta chispeando, como fue nuestro caso, la degustación se hace dentro.
Al escanciar la sidra de esa forma tan peculiar se le llama espichá o espichar la sidra. la verdad es que al batir la sidra contra el vaso de ese modo se logra un sabor distinto. Muy agradable.
Y también quesos azules, patés, … y un excelente chorizo a la sidra:
UNIVERSIDAD LABORAL DE GIJÓN
La universidad laboral de Gijón, que fue construida en la década de 1940 se ha convertido en uno de los edificios arquitectónicamente más impresionantes de Asturias. La razón de su construcción fue para que sirviera de colegio de huérfanos para los niños que se quedaron sin padres en una gran catástrofe minera. Se hizo una obra faraónica. El edificio tiene 270 000 m², con lo que fue el edificio más grande de la época y hoy superado por muy pocos.
Nunca se utilizó como orfanato. Si fue una importante universidad laboral, donde los alumnos recibían una excelente formación.
Hoy en día se usa como teatro, como universidad no laboral, sino la universidad de toda la vida. Y algunas empresas ocupan parte de los locales. En varias ocasiones he pronunciado conferencias para los alumnos de la universidad.
Ya desde lejos, tiene un cierto aire a catedral. No lo es, pero tiene un cierto aire a catedral o a monasterio que me recuerda al de El Escorial.
El edificio que parece cilíndrico, pero en realidad es un cilindro elíptico. Es una iglesia, la mayor del mundo de planta elíptica.
Tras esta visita nos fuimos a visitar la ciudad de Gijón propiamente dicha. Pero eso se lo contaremos mañana, que esta entrada se nos está alargando demasiado.
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Nota fotos y texto. Salvo las fotos que tienen un agradecimiento específico, como por ejemplo Wikipedia, son nuestras y las licenciamos con
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