Animales ebrios

23 de noviembre de 2024

En el periodo Cretácico tardío (hace unos 100 millones de años) aparecieron las plantas angiospermas, que desarrollaron frutos carnosos como forma de atraer a los animales y de ese modo ayudar a diseminar sus semillas [1] y [2]. Aquellos frutos tenían azúcares. Cuando maduran demasiado, los frutos «se pasan» y comienzan a pudrirse. En ese momento, las levaduras aprovechan para convertir los azúcares en alcohol. Ocasionalmente, se habían visto animales que al consumir los frutos ya fermentados se emborrachaban y se comportaban de un modo errático. Pero se pensaba que era un accidente. Un reciente artículo en Trends in ecology & evolution sugiere que desde el primer momento hubo animales que aprendieron a utilizar el alcohol en su dieta de modo regular, lo que «nos lleva a reconsiderar el papel ecológico y el impacto evolutivo del etanol en la naturaleza» [2].

En ese artículo se defiende que la idea de que el consumo de alcohol no es una cosa exclusiva de los humanos y de la mosca del vinagre, sino que está ampliamente extendida en la naturaleza. El alcohol proporciona tanto energía como una percepción alterada.

Muchas veces se ha descrito elefantes africanos ebrios debido a haber comido los frutos fermentados del árbol de marula. Incluso se ha hablado de jirafas ebrias por el mismo motivo. En Suecia se ha reportado alces ebrios por haber comido manzanas fermentadas. Hay muchos más animales y casos.

Árbol marula. Foto de Rotational – Trabajo propio. Obtenida gracias a Wikimedia. https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5846903
Fruto de marula. Foto de Rotational – Trabajo propio. Dominio público. Obtenida gracias a Wikimedia. https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=5846892

A pesar de los relatos que hablan de estos elefantes borrachos, no todos los investigadores lo admiten. Hay un debate entre los científicos sobre si los elefantes pueden emborracharse con los frutos fermentados de marula. Algunos estudios sugieren que los elefantes tendrían que consumir una cantidad extremadamente grande de estos frutos para alcanzar un nivel de intoxicación significativo. Un estudio en particular, publicado en Physiological and Biochemical Zoology, concluyó que los elefantes necesitarían consumir una cantidad de marula mucho mayor de lo que normalmente ingieren para emborracharse [3].

Así que hay dudas de que las historias sobre elefantes borrachos sean ciertas. No obstante, hay una noticia que nos viene de India que es completamente cierta.

Titular de «La Vanguardia».

24 elefantes fueron encontrados durmiendo en el bosque de la región de Kendujhar, en el centro de la India. Aquí no parece haber dudas, pero debemos tener en cuenta que no se trata de que los elefantes comieran los frutos de marula, sino que bebieron de una bebida alcohólica casera, hecha por los humanos y que se llama «mahua». [4].

Imagen que no tiene nada que ver con la realidad. Se trata de una reconstrucción artística de cómo podrían los elefantes haber bebido mahua. En el barril, en sánscrito, pone mahua. Se trata de una imagen realizada con ayuda de l programa de IA llamado Kryta y la ayuda de mi ayudante Vero.
Representación artística de cómo encontraron a los elefantes. No pretende ser realista. Es una imagen realizada con auda de Copilot de Microsoft, con ayuda de mi ayudante Vero.

En Norteamérica son famosos los «pájaros de alas de cera» (Bombilla cedrorum) [5] por las borracheras que suelen coger en otoño y, a veces, en primavera [6].

Bombycilla cedrorum. Foto de Ken Thomas – KenThomas.us(personal website of photographer), Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1725402

No solamente son los «pájaros de alas de cera» también se han descrito otras aves que se emborrachan de vez en cuando, como, por ejemplo, mirlos, zorzales y petirrojos.

En la mayoría de los casos, se piensa que es debido al azar. Las aves lo que buscan es comida, y como está fermentada toman alcohol, pero se han descubierto aves que buscan intencionadamente las frutas con alcohol, son algunas especies que han desarrollado adaptaciones para metabolizar el alcohol y pueden consumirlo deliberadamente.

Hace unos veinte años surgió la llamada «hipótesis del mono borracho» que viene a decir que la costumbre humana de consumir alcohol procede de los primates frugívoros [2].

Se ha constatado muchas veces que los «monos verdes» (Chlorocebus aethiops) introducidos en St. Kitts en el siglo XVI tienen la costumbre de beberse los cócteles con alcohol dejados por los turistas [2].

Mono bebiendo un cóctel. Imagen que no tiene nada que ver con la realidad. Se trata de una reconstrucción artística que cómo podrían los monos haber bebido un cóctel. Todo irreal. Se trata de una imagen realizada con ayuda del programa de IA llamado Kryta y la ayuda de mi ayudante Vero.

Aunque no comen frutas, los delfines de dientes quebrados consumen la toxina del famoso pez globo, llamada tetrodoxina, que les causa un comportamiento extraño, similar a la borrachera, que les hace nadar lentamente [7].

Las abejas tampoco consumen frutos carnosos, pero sí que consumen néctar y, a veces, está fermentado por lo que se comportan de modos erráticos y extraños.

El resumen (abstract) del artículo en cuestión [2] nos dice:

Cada vez hay más pruebas de que el etanol se encuentra con suficiente frecuencia en el mundo natural como para favorecer los mecanismos que permiten su uso en múltiples linajes animales.

Desde el período Cretácico, las frutas carnosas han proporcionado un recurso rico en azúcar para las levaduras fermentativas y la producción de etanol natural. Como tal, es probable que la inclusión de etanol en las dietas animales sea igual de antigua.

La ingesta moderada de etanol se asocia con beneficios nutricionales, medicinales y cognitivos, pero muchos de estos siguen siendo poco estudiados para las especies no humanas en contextos naturales.

Esto desafía la creencia actual de que los humanos modernos son los únicos vertebrados que consumen etanol de manera regular y única y nos lleva a reconsiderar el papel ecológico y el impacto evolutivo del etanol en la naturaleza.


Notas

[1] Wikipedia. Entrada: Bayas. Baya – Wikipedia, la enciclopedia libre [Consultado el 23 de noviembre de 2024]

[2] Bowland, Ann C; Melin, Amanda D.; Hosken, David J.; et al. The evolutionary ecology of ethanol. Publicado online, en Trends in ecology & evolution,el día 30 de octubre de 2024.

[3] Universidad de Bristol. Drunken elephants and the marula fruit myth. Revista: News and Features, del 3 de enero de 2006. 2006: Drunken elephants | News and features | University of Bristol

[4] Elcacho, Joachim. 24 elefantes se quedan dormidos durante horas en la India tras emborracharse con licor casero. La vanguardia del 30 de noviembre de 2022.

[5] Wikipedia. Entrada: Bombycilla cedrorum. Bombycilla cedrorum – Wikipedia, la enciclopedia libre [Consultado 23 de noviembre de 2024]

[6] Acevedo, Mónica. Estas aves caen al suelo de borrachas, conoce a los pájaros alas de cera. Publicado en «DigitalMex» el día 25 de noviembre de 2023. https://www.digitalmex.mx/curiosidades/story/45915/pajaros-alas-de-cera-caen-suelo-borrachos

[7] Okdiario-redacción. Los animales más borrachos del mundo. Okdiario. 9 de abril 2019. https://okdiario.com/curiosidades/animales-mas-borrachos-del-mundo-790343


Nota sobre fotos

Las fotos que se han utilizado, han sido realizadas por Félix Ares y Álvaro Ares y las licenciamos como Creative Commons. Attribution 4.0. International CC by 4.0. Puede usarlas, pero deben dar crédito a los autores y que se han sacado de la página https://felix.ares.fm

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50 años después: El impacto del descubrimiento de Lucy en la paleontología

19 de noviembre de 2024

El próximo domingo, día 24 de noviembre de 2024, se cumplen cincuenta años del hallazgo de los restos fósiles de un homínido, hembra, de baja estatura y de andar erguido en la región de Afar, Etiopía. El paleoantropólogo Donald Johanson, estaba celebrando, con el resto del equipo, el descubrimiento de aquellos restos, cuando en un magnetófono sonaba la canción de los Beatles «Lucy in the sky with diamonds». En ese momento se les ocurrió dar a su fósil el nombre de Lucy y con él se ha quedado hasta nuestros días.

El descubrimiento de Lucy marcó un hito en la paleontología y en nuestra comprensión de la evolución humana. Primero se dudó de que fuera una nueva especie, pero poco a poco los descubrimientos se acumularon y los científicos se pusieron de acuerdo en que era una nueva especie a la que llamaron Australopithecus afarensis. «Austral» significa sur, «pithecus» es la palabra griega para simio, y «afarensis» significa «del Afar» en latín, una región de Etiopia. Es decir que el nombre que dieron a la especie significa «Simio del sur de la región del Afar».

Australopithecus afarensis, cast from Museum national d’histoire naturelle, Paris. This file is licensed under the Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 Unported license. (Imagen obtenida de Wikipedia)

Lucy vivió hace aproximadamente 3.2 millones de años y su descubrimiento proporcionó pruebas cruciales sobre la bipedestación temprana en nuestros ancestros.

Reconstruction of Lucy at the National Museum of Anthropology in Mexico.By ErnestoLazaros – Own work, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=90501128

Antes de Lucy, la evidencia de la bipedestación en homínidos antiguos era escasa y fragmentaria. Sin embargo, el esqueleto de Lucy, que está sorprendentemente bien conservado, mostró características anatómicas que indicaban claramente que caminaba erguida.

Era de muy baja estatura, aproximadamente 1,1 metros, y, su cerebro era muy pequeño, como el de un chimpancé.

Entre los paleoantropólogos había una duda, ¿la bipedestación fue después de que creciera el cerebro o no? Lucy da la respuesta: su cerebro era pequeño y, sin duda, caminaba sobre sus dos pies. Este descubrimiento revolucionó nuestra comprensión de la evolución humana, sugiriendo que la bipedestación precedió al desarrollo de cerebros más grandes en nuestros ancestros.

Lucy también nos ha permitido entender mejor la diversidad y la complejidad de los homínidos que vivieron en África hace millones de años. Su descubrimiento ha inspirado numerosas investigaciones y debates científicos, y sigue siendo una figura central en el estudio de la evolución humana.

En resumen, el descubrimiento de Lucy no solo nos ha proporcionado una ventana al pasado remoto de nuestra especie, sino que también ha sido fundamental para reconstruir la historia de la evolución humana y comprender mejor nuestros orígenes.


Notas


Nota sobre fotos

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